Los vecinos de Agost celebraron ayer el día grande de sus fiestas patronales en honor a la Virgen de la Paz. Los actos comenzaron con un volteo general de campanas, el disparo de cohetes y la diana acompañada de la banda de música.

A mediodía tuvo lugar la santa misa en la iglesia de San Pedro en homenaje a la patrona, que culminó con el himno de la Virgen, uno de los momentos más emotivos para los vecinos.

Por la tarde, tal como manda la tradición, los residentes acompañaron a la santa imagen en la solemne procesión, que recorrió diversas calles de la localidad, y en la que los devotos aprovecharon para suplicar por sus deseos a la patrona.

Por otro lado, un día antes se celebró la tradicional ofrenda de flores y, por la noche, uno de los actos más esperados de las fiestas: la serenata a la Virgen de la Paz cuyos romances y folias datan de finales de siglo XIX, y que fueron recopilados por el Ayuntamiento en una revista presentada la semana anterior.