Los vecinos del centro de San Vicente denuncian que están cansados de soportar las campanadas de la iglesia de La Inmaculada. Hace tres meses que se cambió la melodía que anuncia cada cuarto de hora y las horas en punto, además de las llamadas a misa, debido a que se averió el anterior sistema. Los residentes en viviendas cercanas a la parroquia se quejan del volumen excesivo de las campanadas y de que, además, suenen cuatro veces en 60 minutos.
Una de las afectadas, que vive de alquiler precisamente desde hace tres meses detrás del templo, relata que el propietario de su vivienda ha tenido que cambiar las ventanas y poner unas de doble acristalamiento debido a que su marido trabaja todas las noches y el replicar de las campanas desde las ocho de la mañana le impide descansar. «Mi yerno ha tenido que ponerse tapones para poder dormir», asegura la madre de esta vecina.
Las protestas se repiten por todo el barrio. Julia es una estudiante de 21 años que comparte un piso junto a la iglesia de la La Inmaculada y sostiene que el sonido le impide estudiar. «Hace muchísimo ruido y, además, suena cada cuarto de hora». «Yo no he hablado con otros vecinos pero entre mis compañeras de piso es un tema recurrente», añade la joven.
Debido a la falta de una asociación de vecinos en la zona centro a las que trasladar sus molestias, los afectados han publicado en la página de facebook «Postureo sanvicentero» una entrada que ya suma más de 30 denuncias, en la que piden soluciones, que se retiren las llamadas o, al menos, que se baje el volumen de los altavoces. Además se quejan de que no han sido consultados para modificar el horario de los avisos que antes se reducían a una cada hora.
El párroco de La Inmaculada, Gerardo Coronado, explica que no ha recibido protesta alguna por el sonido de las campanas. «Es la primera noticia que tengo porque aquí no ha venido nadie a decir que molestan». Además, «cambiamos el aparato hace unos meses pero el volumen es el mismo que teníamos con el anterior», asegura el sacerdote, quien insiste en que, si le hubiera llegado alguna queja, «habríamos bajado el volumen inmediatamente».
«Yo vivo a 10 minutos de la parroquia y también la escucho desde mi casa. Aunque en mi zona no es tan estruendoso ni es algo molesto, me imagino que los que viven cerca lo estarán sufriendo de verdad», señala Yasmina. Otra vecina de plaza España reprocha que, además de las campanadas de la Iglesia de San Vicente Ferrer, también escucha las de La Inmaculada. «Yo vivo a dos calles paralelas a la plaza España y oigo las dos», lamenta.
Pero los altavoces de la La Inmaculada no son los únicos que han recibido críticas en la localidad. El reloj del nuevo Ayuntamiento también fue objeto de discusión por parte la opinión pública cuando anunciaba las horas tocando el himno de San Vicente, por lo que se cambió.
