El pleno de El Campello dio ayer pasos urbanísticos cruciales para que la universidad Mare Nostrum pueda instalarse en el municipio. El equipo de gobierno del PP y Decido, con el respaldo del PSOE, aprobaron cambios en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para facilitar que el campus se levante en La Totxa, entre los talleres de FGV y la carretera de Aigües, en cuyo sector se prevé que se puedan construir más de 2.500 viviendas, una cifra que no varía respecto al actual ordenamiento.
Los cambios, que pasan ahora a exposición pública y que después serán remitidos a la Generalitat para su aprobación definitiva, consisten en reservar unos 150.000 m2 de los 867.000 m2 del sector para el campus, catalogándolos como dotacional educativo privado. Del mismo modo se desvía la vía pecuaria que atraviesa la zona y se reduce la gran ronda que se preveía por el sector.
Además, el ecoparque que se contemplaba en esta zona se traslada al camino del vertedero, según explicó el alcalde Juanjo Berenguer, que destacó que la edificabilidad se mantiene igual, aunque no será hasta que se llegue a la fase de reparcelación cuando se sepan con precisión los detalles del plan parcial, cómo se ordena el sector y las alturas de las viviendas.
Hay que resaltar que para este pleno el primer edil pidió al secretario un informe sobre si debían abstenerse los concejales que tienen terrenos familiares afectados en el sector. Se trata de tres miembros del PP y uno de la oposición, que se sepa por el momento, aunque son en principio pequeñas extensiones. El alcalde y las edil de Turismo y Comercio, Lorena Baeza y Noelia García, respectivamente, tienen familiares con terrenos, al igual que la regidora de Iniciativa, Noemí Soto.
El informe del secretario avalaba que pudieran votar, ya que se trata de modificaciones del PGOU, que es de carácter genérico, y que además hay un gran número de afectados y los terrenos de los ediles representan una mínima parte. Recuerda que de no poder votar, por ejemplo casi todos los ediles tendrían que abstenerse en temas del PGOU, ya que todos de alguna u otra forma estarían afectados, lo que de otra forma es impensable. Otra cosa es cuando más adelante se haga la reparcelación, donde es muy probable que no puedan votar, por lo que el equipo de gobierno necesitaría el apoyo de algún grupo de la oposición. En este caso, el PSOE ha anunciado que respaldará la tramitación, siempre que se respeten los derechos de los pequeños propietarios y que realice un planeamiento adecuado. Ayer, el alcalde y la edil de Comercio votaron a favor, mientras que la regidora de Turismo y la de Iniciativa se ausentaron del pleno en este punto. La edil del PP entregó un escrito al secretario y señaló que abandonaba el pleno para no interferir en la tramitación, mientras que la concejal de Iniciativa hizo lo mismo y destacó que a su parecer no debían participar en la votación los ninguno de los ediles con intereses.
Por su parte el PSOE manifestó estar «satisfechos» con los cambios, ya que además permite potenciar la avenida San Ramón, que será el eje principal tras reducir el tamaño de la nueva ronda. El Bloc manifestó su oposición por su secretismo y las oportunidades que ha perdido El Campello para fomentar la enseñanza pública. Por su parte EU justificó su rechazo en la defensa de la educación pública, en la falta de experiencia de los promotores en el ámbito universitario y la falta de garantías de viabilidad.
Iniciativa, aunque se ausentó, manifestó a este diario su rechazo a un plan que supondrá un «atraco» para la gran mayoría de pequeños propietarios, recordando los vínculos entre los promotores y el PP. Por su parte Decido destacó que se trata de una oportunidad única por la riqueza y movimiento económico que traerán sus 15.000 estudiantes.
