Un nuevo estudio encargado por los afectados corrobora el deficiente funcionamiento de la planta de basuras de El Campello y los graves y continuos episodios de malos olores que padecen, muy por encima de lo permitido. Después de que el pasado año la Plataforma de Afectados por el Vertedero de Les Canyades hiciera públicos dos estudios sobre los malos olores y su toxicidad, que alertaban del grave peligro al que estaban expuestos los residentes de la zona norte por las emisiones, ahora ha trascendido otro informe que acaba de remitirse al juzgado de Valencia donde se instruye la denuncia de los vecinos contra el vertedero y la Conselleria de Medio Ambiente.

Del mismo modo, hay que recordar que un juez de Alicante ha encargado otro estudio sobre las emisiones del vertedero a la Universidad Miguel Hernández, dentro de otro proceso judicial paralelo que se lleva en Alicante por la denuncia de un particular.

El nuevo estudio olfatométrico elaborado recientemente pone de manifiesto en sus conclusiones que «el porcentaje global de olor en las 336 lecturas de olor realizadas durante los 14 controles olfatométricos horarios ha sido muy elevada e inadmisible: 60, 7%», es decir, en tres de cada cinco mediciones se excedían los valores máximos permitidos. Así mismo «los episodios de olores se han caracterizado mayoritariamente por niveles fuertes-muy fuertes durante 20 min (mínimo de 5 minutos, máximo de 50) Este modo de impacto no es compatible con emisiones superficiales incontroladas de un vertedero de residuos». Además, concluye que «las frecuencias de las direcciones del viento de impacto (SO a N) registradas in situ durante la noche-madrugada han sido muy elevadas (48-100%), lo que confirma la procedencia y persistencia de los malos olores desde la planta».

Contaminación odorífera

El estudio destaca que «los promedios horarios de olor obtenidos en la zona norte de El Campello exceden significativamente los límites de contaminación odorífera de referencia mundial. El 100% de los promedios horarios superan el valor 1,5 uoe/m3 (unidad de olor por metro cúbico), un valor que por ejemplo es el máximo en países como Holanda o EE UU, mientras que el 42,8% están entre las 3 uoe/m3 y 5 uoe/m3 (Cataluña o País Vasco) y el 57,1% de los promedios de olor superan el valor 5 uoe/m3 (límite fijado en la Comunidad Valenciana).

El informe de la empresa Socioenginyeria SA destaca que «si extrapolamos los resultados de este estudio en base anual y los consideramos como el mínimo posible, se comprueba que se exceden ampliamente las 175 horas/año permitidas y por tanto se incumplen con las condiciones de la Autorización Ambiente Integrada de la planta». Se estima que la población de la zona norte soporta como mínimo 584 horas al año de malos olores por encima del valor 5 uoe/m3.

Por todo ello «la contaminación odorífera actual en la zona norte de El Campello ni es mínima, ni es inevitable, ni es asumible y por tanto es inaceptable porque provoca incomodidades, incumpliendo así la Ley 22/2011 al menos en el artículo 12.1», que establece que «las operaciones de gestión de residuos se llevarán a cabo sin poner en peligro la salud humana y sin utilizar procedimientos ni métodos que puedan perjudicar al medio ambiente, y en particular, sin crear riesgos para el agua, el aire o el suelo, ni para la fauna o flora, sin provocar incomodidades por el ruido o los olores y sin atentar contra los paisajes y lugares de especial interés».

Además, otro estudio ya alertó de la alta toxicidad de estas emisiones y su peligrosa para la salud.