La Gestora de Asociaciones de Vecinos y la Plataforma Anticatastrazo denunciaron ayer que la revisión catastral parcial que se acaba de aprobar para El Campello sólo busca beneficiar actuaciones inmobiliarias al hundir el valor del suelo urbanizable y abaratar los costes para sus propietarios. Esta revisión parcial sólo afecta a suelo urbanizable, no a viviendas ya construidas, ya que estas están pendientes de la aplicación de un coeficiente corrector a la baja para el recibo de año que viene.

Desde ambos colectivos alertaron de que esta revisión, cuya ponencia fue aprobada y sacada a exposición pública el pasado mes, supone que el valor catastral de las zonas urbanizables se hunde hasta un 97%. Con esto, según aseguran, «sólos se busca beneficiar a los dos proyectos estrella del PP: el centro comercial de la ampliación del polígono industrial El Messell y la instalación de la Universidad Mare Nostrum cuyo emplazamiento no ha trascendido oficialmente, abaratando el precio del suelo y los tributos a pagar». De esta forma por ejemplo los pagos en concepto de IBI de los dueños se desploman, al igual que la plusvalía que habría que pagar en caso de una venta.

Los vecinos muestran su indignación por esta revisión parcial, solicitada por el pleno en enero, ya que la ponencia «reconoce y pone de manifiesto las diferencias sustanciales entre los valores de mercado y los que sirvieron de base para la determinación de los valores catastrales vigentes. Este reconocimiento implica que la ponencia tendría que haber afectado a todo el municipio para ajustar el valor catastral al valor de mercado, pero el problema es que no afecta a los valores catastrales de las construcciones».

Las dos plataformas vecinales consideran que «el gobierno municipal ha aprobado un acuerdo arbitrario, injusto, perjudicando notablemente a los vecinos de la zona norte y a los de Muchavista, trasladando desde 2008 una carga fiscal insostenible en la actual situación de crisis económica».

Según recuerdan, esta ponencia parcial del municipio ha actualizado el valor catastral de las parcelas urbanizables (parcelas no desarrolladas, que están pendientes de reparcelación), con una actualización ha sido notablemente a la baja por estar por encima del valor real de mercado. La rebaja llega al 97% del valor asignado en la ponencia de 2007, cuando se realizó la revisión catastral de todo el municipio, en el clímax de la burbuja inmobiliaria, lo que ha desbocado desde entonces el recibo del IBI en el municipio.

La revisión afecta a las zonas urbanizables del Messell, Río Seco, Convent-Soliguers, Ribera Alta, Cuatro Caminos-El Vincle, Amerador Oeste , La Totxa, Fabraquer, Terrazas de las Lomas y los sectores de Muchavista Sur, Centro y Norte.

Precios de mercado

Por ejemplo, el valor catastral cualquiera de los sectores urbanizables de Muchavista será de 25,15 euros el metro cuadrado, pero en cuanto esté terminada la reparcelación (calles, aceras, alumbrado público, alcantarillado...) el valor catastral será de 883 euros, el asignado en la ponencia de 2007. Consideran que con esta medida sólo se busca beneficiar a promotores, rebajando los valores a precios de mercado mientras que los vecinos siguen pagando en función de lo que valían sus casas en 2007, mucho más de lo que valen ahora.

Para evitar que siga subiendo el recibo del IBI a los vecinos, se va a realizar una actualización a la baja de los valores catastrales a través de un coeficiente corrector. A pesar de ello, desde la plataforma advierten que su aplicación no servirá para frenar la subida del IBI, que seguirá aumentando aunque sólo unos pocos euros, si no se baja el tipo impositivo que establece el Ayuntamiento. El equipo de gobierno ha manifestado en varias ocasiones que la intención es que el recibo se mantenga o en todo caso suba sólo el IPC. En ningún caso que baje.

Nuevos sectores

Respecto a esta revisión parcial que denuncia de la Gestora, el alcalde Juanjo Berenguer explica que esa ponencia era una obligación derivada del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aprobado en 2011 por la Generalitat. Ese planeamiento obligaba ahora a revisar los sectores que contempla el nuevo PGOU como urbanizables y que en 2007, cuando se hizo la anterior revisión, no se tenían en cuenta como tal. Berenguer rechazó que se trate de una maniobra para beneficiar a promotores ni negó que exista un «pelotazo» o un interés urbanístico oculto, e insistió en que sólo afecta a las zonas urbanizables porque es lo único que varía respecto al anterior PGOU de 1986.