La puesta en marcha de la línea 2 del TRAM no sólo ha mejorado la conexión de San Vicente del Raspeig con Alicante y la zona de playas, sino que también ha permitido acometer mejoras en zonas de vital importancia para el municipio como lo es el barrio de Santa Isabel. Así, las obras que permitieron poner en funcionamiento el tranvía en esta zona provocaron el derribo del muro de dos metros de desnivel en la fachada sur que aislaba el barrio así como el paso inferior por el que accedían los vehículos al centro comercial a la altura del Centro Social.

«El barrio de Santa Isabel es la zona donde mayor repercusión urbana tiene la instalación del TRAM. La vía debía discurrir por una plataforma con una carretera situada a una cota de 2 metros por encima del nivel del barrio, y por tanto de las viviendas y el centro comercial. La decisión de eliminar este obstáculo sin duda le da vida al barrio y contribuye a hacerlo más atractivo», afirmó el concejal de Urbanismo, Antonio Carbonell. Por otro lado, el también primer teniente de alcalde subrayó que «la eliminación del paso inferior evita además que todo el tráfico procedente de Alicante que accedía al centro comercial rodease y por tanto cerrase a modo de isla la zona dotacional más importante del barrio».

La presidenta de la Asociación de Vecinos de Santa Isabel, Amparo Zambrano, se mostró ayer satisfecha con las mejoras que introdujo la línea 2 del TRAM. Sin embargo, recordó que «es un pena la inversión de dos años en esas vías muertas», en especial cuando en el barrio «aún quedan nueve bloques por reformar en el proyecto de mejora de las fachadas».

«Nos prometieron que se mejoraría todo el barrio y aún estamos pendientes de que se rehabiliten las fachadas de nueve bloques», destacó Zambrano, quien además indicó que ya se ha solicitado al Ayuntamiento que se mejore la instalación del alumbrado público, «ya que el actual es muy antiguo».