Cajas amontonadas en un camión lleno de suciedad de la brigada municipal de Atención Urbana junto a escobas y utensilios de limpieza e incluso enseres viejos. Es la estampa que se encontró el que fuera hasta hace apenas unos meses archivero, Jorge Payá, durante el traslado de las oficinas municipales a principios de 2012. Entre las concejalías que cambiaron de ubicación y se instalaron en las nuevas dependencias figura la de Personal y Contratación. Esta área fue precisamente la que ahora deberá responder a la solicitud de un informe sobre las condiciones en las que hizo dicho traslado. Así lo exige la Conselleria de Cultura en respuesta a la denuncia que realizó Payá tras recibir en el archivo toda la documentación referente a contratos, oposiciones y procesos de selección, entre otras, en el camión de la limpieza incumpliendo la normativa de archivos de la Generalitat. El traslado fue organizado por el propio Payá y contó con la colaboración de todos los jefes de personal para que se hiciera respetando la normativa, medidas que obvió Contratación. Esta denuncia fue, según el archivero su «sentencia», ya que sólo unos meses después un tribunal lo eliminó durante el examen para cubrir en propiedad la plaza que ocupó durante 12 años.