Xixona cuenta este año con una nueva brigada forestal muy especial y voraz. Ante los recortes de la Generalitat que han dejado sin apenas mantenimiento los montes de la provincia, el Ayuntamiento ha tenido que recurrir al ingenio... y a la tradición de toda la vida. La nueva brigada esta compuesta por 400 cabras que han estado durante cinco meses limpiando los cortafuegos y cunetas del interior de La Carrasqueta, comiéndose todas las plantas que con las abundantes lluvias de la primavera han crecido y que suponían un grave peligro para este gran pulmón verde de la provincia.

El Consistorio, gobernado por el PSOE, ha contratado los servicios de Jesús, un pastor de La Carrasqueta, para que durante este tiempo llevara a su ganado de cabras blancas a la zona de Vivens, para limpiar un área de unas 1.200 hectáreas. El coste total ha sido de 3.500 euros para las arcas municipales y ha contado con la preceptiva autorización de la Generalitat al tratarse de monte público.

El edil de Medio Ambiente de Xixona, Francisco Torregrosa, explicó que se han visto obligados a impulsar esta iniciativa ante el peligroso estado que presentaba el monte y la falta de mantenimiento por parte de la Generalitat, que ha reducido de forma drástica las brigadas forestales y ha suprimido los planes de empleo como el Pamer, que permitía contratar a personal para el mantenimiento de zonas rurales y efectuar así, por ejemplo, desbroces y limpieza.

Torregrosa recuerda que este año las abundantes lluvias han hecho crecer muchas plantas y matorrales, y por ejemplo las cunetas y cortafuegos de Vivens se encontraban muy peligrosos, con mucha biomasa, aumentando el riesgo de un fuego forestal ya que el calor ha secado estas plantas convirtiéndolas en combustible en caso de incendio. Por ello, hasta hace unos días ha estado pastando en la zona un ganadero que tiene su rebaño en La Carrasqueta. Ha llevado a sus cabras por Vivens, el Alt de la Martina, la Penya Migjorn, la sierra del Cuartel, y la Primera Querena.

Los animales se han comido los pastos, carrascas y matojos que habían crecido en esas zonas. Además, se trata de una intervención mucho menos invasiva que las que realizan las brigadas, y más natural y beneficiosa para el medio ambiente. No en vano hace unas décadas era una costumbre y un modo de ganarse la vida, la ganadería y el pastoreo, que se ha ido abandonando, y que permitía mantener limpios los montes, que servían para alimentar el ganado y calentar las casas.

Los animales elegidos para esta labor en Xixona son también los mejor preparados para esta labor, ya que la cabra blanca tiene gran facilidad para acceder a zonas abruptas y comerse prácticamente cualquier matojo.

El edil de Medio Ambiente recuerda que hace dos siglos había en Xixona 18.000 cabezas de ganado que mantenían los montes limpios, pero ahora apenas quedan un par de rebaños en el municipio debido a la falta de rentabilidad de la ganadería y los bajos precios que se pagan por la carne y la leche. La intención es que los animales vuelvan a pastorear en otoño y repetir experiencia el próximo año.

Por su parte, desde la Asociación Defensora de Herbívoros contra Incendios Forestales (Adhif) destacaron la importancia de esta iniciativa pionera en la provincia, ya que señalaron que aunque en otras poblaciones como L'Orxa, Camp de Mirra o Petrer hay ganaderos a los que se les ha autorizado el pastoreo en zonas públicas para reducir el riesgo de incendios, Xixona es la primera que paga a un pastor para que limpie determinadas zonas, lo que supone también una ayuda para la supervivencia de este sector casi extinguido.

Del mismo modo apuntaron que esta práctica es mucho más natural que el empleo de brigadas, al mismo tiempo que denunciaron el peligroso estado de los montes de la provincia por la gran cantidad de biomasa existente por las lluvias y la inexistente limpieza por la supresión de las citadas brigadas.