El Partido Popular rechazó ayer las Proposiciones No de Ley que presentaron y defendieron en la Comisión de Medio Ambiente de las Cortes Valencianas Esquerra Unida y PSOE para evitar la renovación de la autorización ambiental integrada de planta de residuos de Les Canyades, en El Campello.

El portavoz adjunto de EUPV, Lluís Torró, recordó que el vertedero "genera un olor tan constante y permanente que es sencillamente insoportable" y añadió que "con pocos minutos en la zona, lo mínimo que te entra es dolor de cabeza y ganas de vomitar". Asimismo, Paco Signes, representante del Partido Socialista pidió que se cerrara la planta hasta que no causara ninguna molestia a los vecinos.

Parece que los argumentos que los dos grupos políticos expusieron no fueron suficientes para convencer al Partido Popular de la necesidad del cierre de la planta, ya que alegó que está perfectamente controlada y que es totalmente legal.

Valorar la situación

Por otra parte, el director General de Calidad Ambiental de la Conselleria, Vicente Tejedo, declaró ayer a este periódico que todavía se encuentran reuniendo informes para valorar la situación, por lo que aún no se ha tomado ninguna decisión sobre la renovación de la licencia: "Si hay un solo informe desfavorable y vinculante, o se corrigen los errores o se cierra la planta".

Asimismo, Tejedo añadió que en el vertedero se realizan inspecciones cada 15 días según las cuales "está todo bastante corregido" y afirmó que "si cerrara la planta porque lo dice EU incurriría en prevaricación".

Por otra parte, hasta Las Cortes se desplazaron en autobús una cincuentena de vecinos afectados por el vertedero que estuvieron acompañados por tres concejales del PSOE, otros tantos de Compromís y por uno de Esquerra Unida.

Según el edil del Partido Socialista, Pepe Varó, se registraron momentos de tensión cuando una de las portavoces de la Plataforma de Afectados por el Vertedero tuvo que abandonar la sala "porque no quería continuar escuchando las sandeces del PP", según Varó. Fuera de Las Cortes, los vecinos pudieron manifestarse lejos de la puerta de entrada al edificio.