El Ayuntamiento de El Campello ha logrado la apertura del nuevo paseo peatonal construido en la zona del Carrerlamar e incluido en las obras de la desalinizadora. Este vial, que une el paseo de la playa con el río Seco y el puente que une esta zona con Muchavista, permanecía cerrado pese a que hace más de un año que estaba terminado. El edil de Servicios, Alejandro Collado, explicó que aunque aún no han recepcionado aún la calle, han logrado que Acuamed abra el paseo dado el interés público que tiene y al estar en perfectas condiciones para su uso, permitiendo acortar distancias al evitar dar un gran rodeo.

Desde hace semanas ya se puede disfrutar de este vial, que cuenta con iluminación, bancos, papeleras y sirve de nexo entre la playa del Carrerlamar, principal arenal del municipio junto con Muchavista, con el puente que salva el río Seco por su ribera y conduce hasta esta otra playa. Este paseo cambiado por completo la imagen de la zona, donde antes había un camino sin asfaltar. El vial permite disfrutar de un agradable paseo y observar la desembocadura del río Seco, que desde hace dos años ha visto cambiar su paisaje gracias al caudal que lleva en su último tramo por el agua que vierte a su cauce la depuradora del río Seco.

Acuamed, la empresa pública que lleva a cabo la construcción de la desalinizadora de Mutxamel-El Campello y sus obras complementarias, terminó hace más de un año la urbanización del entorno afectado por la construcción de la estación de bombeo ubicada en la desembocadura del río Seco.

Verano perdido

El pasado verano los bañistas no pudieron disfrutar de este nuevo paseo pese a estar terminado, pero para esta campaña podrán ya estrenarlo, aunque no se ha inaugurado de forma oficial aún al estar pendiente de su recepción. Esta reurbanización era una contraprestación por la estación de bombeo de la desalinizadora, que se encuentra soterrada en la desembocadura para limitar su impacto paisajístico.

Estas obras complementarias de la desalinizadora ya están terminadas al igual que la propia desaladora desde hace un año, aunque no pueden abastecer de agua a la comarca. La razón es el retraso en la ejecución de las conducciones que deben distribuir el agua, que tienen un coste de 15,5 millones que hay que sumar a los 60 millones que ha costado la propia desalinizadora y la estación de bombeo, cuya puesta en funcionamiento estaba prevista para 2009. Estas obras que faltaban arrancaron hace un mes en El Campello, donde se está construyendo un gran depósito, y el proyecto incluye 13 kilómetros de conducciones y otro depósito para abastecer a la comarca de agua desalada, aunque el caudal no podrá llegar a los hogares hasta al menos mediados de 2014.