"¿Puedo tomar un plátano y dos rodajas de melón para merendar?", es una de las preguntas que ayer se repitieron entre los pacientes con diabetes tipo 2 que participan en un programa de educación terapéutica grupal organizado por la Sociedad Española de Medicina Familiar para enfermos de entre 60 y 75 años.

El grupo está formado por ocho pacientes que se encuentran en seguimiento de la consulta de enfermería del centro de salud de El Campello. Durante cinco sesiones comparten sus dudas y miedos sobre la diabetes.

"Las sesiones en grupo son decisivas para concienciarles e inculcarles nuevas pautas para controlar la diabetes. Muchas veces entre ellos mismos se aconsejan y eso es muy importante para reforzar las buenas costumbres. Si un paciente sale todos los días a caminar y lo cuenta, el resto empieza a hacerlo", explica la coordinadora de enfermería del centro, Loreto Cruz.

La sesión de ayer estuvo dedicada al ejercicio y la alimentación.

"La fruta es la duda que todos comparten. No tienen claras las cantidades de azúcar que lleva cada pieza y es esencial para controlar su glucosa en sangre", explica la enfermera Almudena Martín.

Tanto Almudena como Loreto intentan que los mayores lo tengan claro. "El azúcar de quince fresas es igual al de una manzana". Así, con equivalencias, procuran que los pacientes tengan claro lo que comen y evitar desniveles de glucosa que puede derivar en otras dolencias relacionadas con la vista o los riñones. La próxima sesión estará enfocada precisamente a las complicaciones de la enfermedad y la última, a la importancia del apoyo psicológico.