Más de un año después de estar terminada y entrar en fase de pruebas la desalinizadora de Mutxamel, arrancan las obras que harán posible que el agua llegue a la comarca. El Gobierno central ha iniciado los trabajos de las obras complementarias de este complejo en su primera fase, que tienen como objetivo hacer llegar el caudal a Alicante, Sant Joan y El Campello con la construcción del ramal sur. La segunda fase está en tramitación y permitirá abastecer a Mutxamel, San Vicente y, en caso de emergencia, a la Marina Baixa, a través del ramal norte y el ramal San Vicente.

Las obras que llevan varias semanas en marcha han empezado por trabajos de desbroce y la construcción de un gran depósito con capacidad para 10.000 metros cúbicos en El Campello, junto al depósito del Ramellat, en la salida de la carretera que une El Campello con Busot.

Los trabajos consisten por un parte en más de 10 kilómetros de conducciones entre la desalinizadora, ubicada en la partida del Cantalar de Mutxamel, y la zona norte de Alicante, correspondientes al ramal sur, y la construcción de un depósito en Sant Joan de 8.000 m3 de capacidad.

Y por otra parte otra conducción de 2,4 kilómetros que enlace la desalinizadora con el depósito que se construye en El Campello, dentro del ramal norte, que se completará en la segunda fase con otro depósito en esta zona, una estación de impulsión y una tubería para enlazar con la conducción Rabasa-Amadorio, que permitirá abastecer a Benidorm y su entorno en caso de necesidad. Del mismo la segunda fase también contempla otro ramal a San Vicente y tres estaciones de bombeo.

El coste de la segunda fase ronda los cinco millones de euros, aunque aún no han sido presupuestados por el Gobierno central. Fuentes de Acuamed señalaron que esta parte del proyecto está en tramitación y que no se ha aparcado.

Para llevar a cabo las obras complementarias se han expropiado más de 26.000 m2 de terrenos para las conducciones y depósitos, a los que hay que añadir otros 40.000 m2 que quedarán como servidumbre legal y, por último, más de 90.000 m2 que van a ser ocupados temporalmente por las obras.

Estos trabajos tiene un plazo de ejecución de entre 12 y 18 meses, por lo que la infraestructura no estará acabada hasta al menos mediados de 2014, cinco años más tarde de lo previsto. Pese a que la desalinizadora debía entrar en funcionamiento en 2009, según las previsiones que realizó en su día el Gobierno del PSOE, no fue hasta ese año cuando empezaron las obras por la complejidad en su tramitación, y han seguido acumulando nuevos retrasos. El último ha sido con estas obras complementarias, fundamentales para el funcionamiento del complejo.

Pese a que la planta de Mutxamel, la estación de bombeo de El Campello y las conducciones que las unen a través del río Seco se finalizaron y entraron en fase de pruebas en enero de 2012, desalando ya agua, el retraso en la construcción de la red para distribuirla ha hecho que esta inversión de 60 millones de euros esté ya casi año y medio un año sin poder operar. Los motivos de esta paralización en la tramitación de las obras complementarias han sido tanto por problemas para las arcas públicas para afrontar este gasto -15,5 millones de euros- como el cambio de gobierno, ya que para el Ejecutivo de Rajoy las desalinizadoras no son una prioridad aunque finalmente se ha salvado la planta de Mutxamel.

Plan Rabasa

El complejo construido entre Mutxamel y El Campello tiene como nombre oficial desalinizadora Marina Baixa, aunque su ámbito de actuación principal serán unas 200.000 personas de l'Alacantí y sólo abastecerá a Benidorm y su entorno de forma puntual en caso de emergencia. Generará 17,5 hm3 anuales ampliables hasta 28 hm3 gracias a una segunda fase ya prevista, aunque dada la política del Gobierno central y la crisis parece complicado que vaya a ejecutarse a medio plazo. El Plan Rabasa de Alicante, que contempla 13.500 casas, recibirá 5,5 hm3 de la desalinizadora de Mutxamel.