Si la parte final del río Seco parece un vergel porque desde hace dos años la depuradora de Sant Joan tira todo el agua tratada a su cauce por la falta de una tubería, estos días todo su lecho se encuentra rebosante por las lluvias... y por otra deficiencia en materia de infraestructuras: la falta de limpieza del pantano de Tibi.

La imagen que ofrecía ayer l'Assut de Sant Joan en Mutxamel, a la altura del puente de Bonalba, era envidiable y poco habitual. La cascada que se formó en este tramo llamó la atención de muchos curiosos. El agua procedía de las lluvias caídas en el interior de la comarca, en La Torre de les Maçanes, Xixona... y también en la Foia de Castalla, donde el río Verd acaba en el pantano de Tibi y allí nace el Monnegre, que en Mutxamel pasa a ser el río Seco.

Los fangos que acumula el embalse hacen que su capacidad se reduzca en un 75%, por lo que de los 3,7 hectómetros cúbicos que tendría de capacidad esta infraestructura hidráulica de 400 años de vida - es la presa en funcionamiento más antigua de Europa-, se queda en apenas 1 hectómetro.

Por ello, en estos días de lluvias los regantes vuelven a lamentar que la falta de inversión en el pantano impida recoger esa agua y aprovecharla para la huerta de l'Alacantí en verano. A esto se unen los 360 metros cúbicos a la hora de caudal depurado que vierte la estación de Sant Joan al carecer de una tubería que cuesta 500.000 ?. Aguas que se pierden en el mar, como las del Ebro.