El consumo de energía en el alumbrado público de San Vicente del Raspeig se ha reducido un 25 por ciento a raíz de la aplicación de las medidas de ahorro a través del apagado selectivo de farolas. El conjunto de la población gastó en 2012 una cifra aproximada de 4.575.000 kw/h, según los datos facilitados ayer por el concejal de Infraestructuras, Servicios y Mantenimiento, Rafael Lillo.

La bajada del consumo energético se ha traducido en un importante abaratamiento de la factura que paga el Ayuntamiento a las compañías eléctricas. No obstante, esta bajada ha sido tres puntos por debajo del 25% debido a la subida del coste de la luz durante el pasado año. "Según el informe elaborado por los técnicos municipales, las medidas adoptadas han permitido un ahorro económico estimado de 259.000 euros y una reducción del coste de un 22% aproximadamente respecto al año anterior, a pesar de que el precio del kilowatio por hora se ha incrementado en más de un 12% en este periodo", explicó ayer Lillo.

Las facturas del alumbrado público a lo largo de 2011 sumaron un total de 1.174.600 euros, mientras que el pasado año la cifra se logró reducir hasta los 915.092 euros.

Este ahorro de 259.0oo euros se ha conseguido con el apagado farolas en 52 espacios públicos, que más adelante se podrán ampliar para seguir controlando el gasto y "compensar posibles aumentos de los precios de la energía", aunque el responsable municipal de Servicio y Mantenimiento ya ha advertido de que el margen de aplicación que queda es ya "escaso". Actualmente el apagado de farolas se lleva a cabo de domingo a jueves a partir de las diez de la noche, mientras que los viernes y sábados se aplica una hora más tarde.

Las medidas de "racionalización del gasto energético" no sólo se han llevando a cabo apagando farolas durante la noche sino que también se ha ahorrado reduciendo el horario de funcionamiento de "los potentes bombeos de las fuentes ornamentales".

Rafael Lillo informó de que los técnicos municipales también estan estudiando fórmulas para reducir el consumo de energía en los edificios del Ayuntamiento con el fin de rebajar no sólo la factura sino también las emisiones de CO2 a la atmósfera.

El edil apunta que antes de la aplicación del Plan de Ahorro Energético se venía registrando un incremento anual del consumo del diez por ciento, lo que generaba un aumento de la factura aún mayor por el encarecimiento del coste de la energía eléctrica. El edil agrega que el equipo de Gobierno de Luisa Pastor pretende con ésta y otras medidas "contribuir de forma decisiva a la sostenibilidad económica del Ayuntamiento, cambiando la tendencia de crecimiento de la factura eléctrica en un momento en el que los recursos son limitados por la caída de los ingresos de las administraciones públicas".

Dentro de este programa de ahorro, el Ayuntamiento se sacó a concurso el pasado año la unificación en un mismo contrato de toda la energía que que gastan las instalaciones públicas, tanto de alumbrado como en edificios, pero el concurso quedó desierto. Ahora los técnicos están redactando un nuevo pliego para volver a sacarlo a licitación.