Parece que los pies es una de las partes más olvidadas del cuerpo humano. Los niños pocas veces acuden al podólogo para que se les realicen revisiones y análisis capaces de detectar futuros problemas. Sin embargo, los alumnos de Podología de la Universidad Miguel Hernández llevan más de diez años recorriendo los colegios de Sant Joan y de El Campello con un programa de atención primaria que busca datos compatibles con la salud de los pies en los menores.

Este año ha sido el turno del CEIP El Fabraquer, ubicado a pocos metros de la playa de Muchavista. Más de 600 niños pasarán por la consulta de podología improvisada que los universitarios han establecido en la sala de informática del centro. El calzado, la marcha o la morfología de la planta son algunos de los factores que valorarán los alumnos de tercero de Grado, quienes además emitirán informes con los resultados de las pruebas y con una serie de recomendaciones para los padres.

Rafael Pascual, profesor de la asignatura de Podología Infantil, hacía referencia a la importancia de la detección precoz de los problemas en los miembros inferiores del cuerpo, ya que "a edades tempranas los niños son todavía flexibles y se pueden corregir".

Según Pascual, las dolencias más comunes son la marcha en aducción -caminar con las puntas de los pies hacia dentro- y los pies planos, algo normal hasta los seis u ocho años. No obstante, insiste en la necesidad de realizar controles anuales para conocer si esos problemas continuarán con el paso del tiempo.

El tipo de calzado diario también es importante. Así, Pascual resaltó la necesidad de que los menores utilicen zapatos de horma recta, con una buena sujeción, de un centímetro mayor que la longitud de su pie y que no sean específicos para realizar una actividad deportiva concreta.

Según las estadísticas de las revisiones que se realizaron el pasado año, un 40% de los niños presentaba anomalías. En estos casos, la universidad informa a los padres de la posibilidad de realizar un análisis más exhaustivo y de forma gratuita para establecer los pasos a seguir en el tratamiento de las patologías.

Una rama olvidada

El profesor Rafael Pascual aseguró que la figura del podólogo no cuenta con demasiada popularidad dentro del ámbito de la medicina. "Al no estar incluida en la Seguridad Social nos sentimos como el último mono", añadió.

A través de estas prácticas, que se enmarcan dentro de un convenio entre la Universidad Miguel Hernández y la Conselleria de Educación, los futuros graduados aplican los conocimientos aprendidos en el aula. "No es muy común que los niños acudan al podólogo, por lo que realizar estas prácticas les ayuda mucho a su formación", afirmó Pascual. Y es que al ser una práctica privada, parece que muchas personas se olvidan de la importancia de contar con una buena salud en los pies.