La Asociación de Afectados por el Vertedero de Les Canyades ha exigido el cierre cautelar de la planta de basuras de El Campello tras la última inspección de la Conselleria de Medio Ambiente, que ha detectado irregularidades en el funcionamiento del complejo. Además señala que el informe realizado al respecto viene a confirmar el estudio independiente que encargaron y que fue desacreditado por la Generalitat.

Los vecinos explican que "nos congratulamos de que por fin la Conselleria haya abierto los ojos y reconozca las deficiencias de la planta. Sin embargo, los vecinos nos preguntamos si acaso la Conselleria en sus anteriores inspecciones era ciega ya que la ubicación de las chimeneas hace dos años también se limitaba al primer dique y no a la totalidad del vaso. Existen fotografías de cómo se acumulan las balas en el exterior, de cómo el monte está lleno de plásticos, de cómo vierten poda, plásticos... y de cómo los camiones acceden al vertedero totalmente descubiertos. Es decir, lo que la inspección denunció el 20 de diciembre los vecinos venimos denunciándolo desde el principio", preguntándose qué ha cambiado y lamentando que hayan tardado tres años y medio en confirmar irregularidades.

La asociación señala que "la presencia de lixiviados, olores intensos de amoniaco y otros gases viene a confirmar los resultados del informe particular realizado por los vecinos y el posterior realizado por la UMH en los que se detectaban 36 y 10 elementos tóxicos peligrosos para la salud", respectivamente.

Del mismo modo "nos sorprende la actitud de la empresa FCC, que alegará al considerar injustificada las medidas que le impone Medio Ambiente. Igualmente nos sorprende la actitud de equipo de gobierno de El Campello, que votó en contra ante la moción presentada por el PSOE por la falta de inspecciones realizadas a la planta en el último pleno municipal, teniendo en cuenta que la citada inspección se realizó el pasado 20 de diciembre, anterior a dicho pleno. Esperamos que desde la Conselleria y el equipo de gobierno ejecuten el cierre cautelar de la planta hasta que tengan garantías del correcto funcionamiento de la misma y se garantice la salud de todos los vecinos". Medio Ambiente ha dado 45 días a la empresa para subsanar las deficiencias por la presencia tanto de lixiviados como de olores intensos y desagradables de amoníaco y otros gases, así como por la falta de reciclaje e impermeabilización.

Trabajadores

Por otra parte el Comité de Empresa del vertedero ha salido en defensa de la mercantil que explota el complejo, FCC, con un sorprendente comunicado que no está firmado por su presidente y que viene a desentenderse de la inspección de la Conselleria de Empleo que solicitó el propio Comité a través de sus dos delegados de Prevención el pasado verano, y cuyas conclusiones publicó este medio hace dos semanas. Entre las peticiones que la Conselleria realizó tras la inspección destacaba que por seguridad se debían de instalar medidores de contaminación en toda la planta para que los trabajadores no estén expuestos a sustancias tóxicas.

Pese a que este medio publicó en verano que el Comité de Empresa solicitaba esta inspección "por el extremo peligro" que representaba la situación en la que se encontraban los trabajadores, y sin que entonces nadie negara esta información, las bajas que se han producido en el propio órgano de representación de los trabajadores han llevado a un cambio en su postura, incluido un proceso para destituir al presidente -después de la remisión del comunicado-, que ha dimitido ante esta situación antes de ser cesado tras el envío del citado comunicado sin ser informado de ello.

En el escrito señalan sorprendentemente que "la denuncia -ante la Conselleria- no fue realizada a instancias del Comité ni en nombre de éste", pese a efectuarla dos de sus cinco miembros con el beneplácito del presidente en aquel momento, y publicarlo este medio como en nombre del Comité. En el comunicado niegan que contara con el apoyo de la mayoría del Comité.

Del mismo modo defienden a la empresa señalando que no era cierto que existiera un peligro para los trabajadores, que las bajas que se han producido en la empresa no han sido en ningún caso por agentes tóxicos y lamentando que no fueron informados en su día de la denuncia presentada por dos de sus miembros.

Lo más llamativo es que las peticiones de aquella denuncia vienen a ser aceptadas por la Conselleria, que reconoce los riesgos que advierten los trabajadores e insta a la empresa a tomar medidas preventivas que la firma ha aceptado a poner en marcha.