Acercar al ciudadano la historia de un pieza útil y que no pasa de moda. Es el objetivo de la exposición sobre la cantimplora que se puede contemplar en la Casa de Cultura de Agost, organizada por el Museo de Alfarería.

La muestra, llamada "Canta i plora", reúne de los fondos del Museo otras cantimploras realizadas en Agost en los años 80 y 90 adquiridas por la fundadora del centro cultural. Además, ocupa un lugar destacado la Pieza del Año del Museo, que ha elaborado la alfarería La Navá.

Se trata de un objeto muy complicado de tornear, incluso para las experimentadas manos de los alfareros de Agost, "una cuestión a tener en cuenta a la hora de valorar la pieza en sí", explica la directora del Museo, Mª José Rodríguez-Manzaneque.

Las piezas en alfarería no difieren morfológicamente del resto de cantimploras cerámicas que se conocen, pero si algo las caracteriza es que, gracias al barro local de Agost y al cuidadoso proceso de elaboración, la porosidad de la pieza hace que el contenido se mantenga fresco.

La cantimplora es una pieza que se utiliza para transportar bebida para consumo humano. Su uso se generalizó y hoy está aún presente entre las personas que deben beber y hacer un recorrido, como pastores, peregrinos, militares o campesinos. Por su manejabilidad, permitía llevarla colgada y llenarla con regularidad en las fuentes.

En una de las partes de esta exposición hay imágenes de cantimploras de otros lugares, desde la famosa egipcia de la VilaMuseu hasta una de 1969 de Nisa en Portugal, una amplía representatividad de cantimploras de arriero de origen diverso. Incluso aquellas que no solo se utilizaban para contener agua, como una con agujeros por esconder el hurón, animal prohibido en la caza.

En la muestra también hay piezas de los alumnos de cerámica de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Alicante, que como todos los años participan con sus proyectos inspirados en la Pieza del Año del Museo, que se puede adquirir, al igual que el resto de piezas de la colección, en el Museo provisional, en la calle Teulería 12.

La cerámica en la educación, a debate

Diez profesionales -entre ceramistas y docentes- todos ellos con experiencia en la enseñanza de la cerámica, debatieron durante dos horas sobre la más olvidada entre las artes plásticas en los programas oficiales de educación en el "II Encuentro en torno a la cerámica" delebrado en Agost.

La proyección de un vídeo referido a una experiencia del ceramista alicantino Arcadi Blasco consistente en la construcción de una escultura por alumnos y alumnas de una barriada de Madrid, bajo su dirección, sirvió de introducción.

Este encuentro sacó a la luz la falta de experiencias del alumnado desde su educación infantil hasta la secundaria obligatoria con este material tan arraigado en Agost, que es ideal para el desarrollo psicomotriz, para el juego y la expresión artística.

Las experiencias docentes con la cerámica en los estudios de ESO y en el Bachillerato Artístico fueron pioneros en el Instituto Virgen del Remedio de Alicante, siendo el diseño de sus asignaturas exportado y puesto en práctica en muchos institutos de la Comunidad. La paulatina desaparición de la optatividad en los programas de estudios de Secundaria impide no solo su desarrollo, sino que lleva a la desaparición de estas asignaturas. La enseñanza de la cerámica queda relegada a experiencias de talleres programados como actividades extraescolares.