Los servicios de Urgencias y Psiquiatría del Hospital Universitario Sant Joan d´Alacant han protocolizado la atención urgente del paciente psiquiátrico, estableciendo un circuito que supone una mejora de la calidad asistencial del paciente, dado que permite identificar cuál es el origen real de la urgencia (si ésta es de carácter psiquiátrico o no) y, por tanto, facilita una rápida derivación de la misma a los profesionales médicos pertinentes. Se trata del primer centro de la provincia de Alicante en aplicar este modelo.

Por ejemplo, se determina si el paciente psiquiátrico está entrando en urgencias por otra patología independiente de la psiquiátrica; también, se distinguen aquellos síntomas psiquiátricos que, sin embargo, no están en relación con una enfermedad psiquiátrica y que pueden ser la consecuencia de una complicación medicamentosa.

El encargado de esta primera valoración integral del paciente va a ser el médico de urgencias, quien actuará como filtro, de modo que el paciente psiquiátrico va a seguir el mismo circuito que el resto de pacientes. Además, cada paciente tendrá asignados en Urgencias a un enfermero y un auxiliar de enfermería para la supervisión.

"La demanda de atención urgente del paciente psiquiátrico es un asunto complejo y puede tener orígenes muy diversos, por lo que es necesario que, en primer lugar, sea el médico de urgencias quien recabe la mayor información posible, con el fin de clasificar la urgencia como puramente psiquiátrica, mixta (que requiere un abordaje compartido entre Psiquiatría y Urgencias) y puramente médica", subraya la jefa del servicio de Urgencias, Elena Díaz.

El facultativo de urgencias también distingue en su valoración primaria si se trata de una urgencia psiquiátrica real, que será atendida por el servicio de Psiquiatría o si, por el contrario, no se trata de un caso urgente, derivando al paciente a las Unidades de Salud Mental (USMA) o las Unidades de Conductas Adictivas (UCA).

"Con ello, pretendemos iniciar un abordaje psicoeducativo, encaminado al uso racional de los recursos, que pensamos será positivo tanto para el paciente como para el profesional. El primero recibirá una atención inmediata e integral en caso de presentar una urgencia psiquiátrica, y una derivación adecuada a su demanda en otros casos; el psiquiatra podrá priorizar la demanda en función de la gravedad "real" de la patología que presente el paciente", destaca la psiquiatra Lorena García. En los casos considerados "urgentes", el servicio de Psiquiatría va a realizar una rápida intervención, valorando al paciente en un intervalo máximo de unos 15-30 minutos.

En definitiva, este protocolo pretende ser una herramienta de trabajo que mejore la coordinación y la comunicación entre Psiquiatría y Urgencias y ayude a ambos servicios en la toma de decisiones, aunque siempre "debiendo adaptarse a cada caso particular atendido", tal y como indica el propio protocolo.

Por último, este documento consensuado incluye también determinadas situaciones especiales que se derivan de la asistencia, como es la custodia, siendo el médico de urgencias quien, tras la valoración inicial, decidirá si el paciente precisa custodia o no. En caso de necesitarla, el paciente ha de estar acompañado en todo momento, en primer lugar por un familiar (en el supuesto de que haya llegado con él), en segundo por un celador y, si el paciente está agitado, por personal de seguridad.

En cuanto al volumen de actividad que suponen las urgencias psiquiátricas, en lo que llevamos de año, de un total de 48.370 urgencias, 1.123 han sido psiquiátricas, lo que equivale a un 2% de las atenciones urgentes.