Tres sindicatos en el Ayuntamiento de El Campello denunciaron ayer que el alcalde, Juanjo Berenguer, ha dado la orden a la Policía Local de que, en caso de que haya quejas vecinales por los malos olores en la planta de basuras, los agentes no acudan a la zona y se limiten a avisar al personal de la instalación.

Las quejas por los malos olores en el vertedero son una constante desde su puesta en funcionamiento y es en los meses de verano, con el calor, cuando se hacen más evidentes para los que viven en esa zona. Hasta ahora, los vecinos llamaban al retén policial para alertar del hedor y los agentes acudían a los barrios y calles, pero tras la orden del alcalde, adoptada hace diez días, esto ya no es así, sostienen los sindicatos.

El SPPLB, CC OO y UGT mostraron su "total desacuerdo" con esta decisión del primer edil, ya que consideran que no se les puede impedir, salvo por necesidades coyunturales del servicio, acudir al vertedero y levantar un informe o acta haciendo constar lo que proceda.

Los sindicatos mantienen que tienen reguladas por ley funciones en la materia como policía sanitaria y medioambiental y que la Ley de Procedimiento Administrativo establece que los informes de los agentes "harán fe salvo prueba en contrario".

Esta decisión municipal ha causado un gran malestar en el colectivo policial, que espera "que sea revocada o nos veremos obligados a impugnar tal mandato", añaden.

Los agentes sociales, además, mostraron su apoyo a los vecinos afectados y mantienen que las molestias por el mal funcionamiento del vertedero desde hace años son "constantes" y los propios policías "hemos padecido los fuertes olores a putrefacto", hasta el punto de, agregan, tener que pedir al ayuntamiento mascarillas para usarlas en los controles en los accesos al vertedero y en las zonas colindantes "para minimizar las consecuencias al soportar el intenso hedor".

Limitar las funciones

El SPPLB, CC OO y UGT solicitan al alcalde que, en lugar de "limitar" las funciones policiales "a su capricho", adopte las medidas "que correspondan para solucionar de una vez este problema que afecta a los vecinos".

Por su parte, Berenguer afirmó ayer que se trata de un tema de "operatividad policial", ya que los agentes no van estar acudiendo "permanentemente" a comprobar los malos olores.

El alcalde popular sostuvo que la Policía Local está "para muchas otras cosas" y que, dado que al Ayuntamiento también le afecta si la planta no funciona bien, enviarán los partes correspondientes a la empresa, al plan zonal y a la Diputación.

El primer edil prefirió no responder a las acusaciones de los sindicatos, pero dejó claro que la decisión "no es un capricho".