Varios vecinos de El Campello han denunciado el mal estado en el que se encuentra el arenal del Rincón de la Zofra por la acumulación de montones de algas y de posidonia oceánica.

Los residuos orgánicos, que ocupan una extensa franja de varios metros de ancho junto a la orilla e impiden el paso de los bañistas al agua, llegan a la costa traídos por el oleaje derivado del viento de Levante. Esta aglomeración de algas produce malos olores, atrae numerosos insectos y mosquitos y ahuyenta a los bañistas.

"Esta playa parece tercermundista", asegura una residente en la zona. Y es que los campelleros y veraneantes que viven en las urbanizaciones cercanas se quejan de que el hedor llega a resultar insoportable. "Nos han vendido pisos en primera línea y de primera calidad y esto no se puede permitir", añade la mujer.

El concejal de Servicios Públicos, Alejandro Collado, apunta que los tractores trabajan a diario recolectando las algas, aunque los bañistas indican que el servicio es insuficiente, pues los restos que recogen de la orilla se amontonan en la misma playa durante días hasta que se secan. Asimismo, para Collado la acumulación de estos residuos es signo de la buena salud del agua. "Mientras haya algas significa que la calidad del agua es buena", explica el edil. No obstante, anuncia que la zona estará limpia esta mañana.

Los usuarios de la playa y la asociación de vecinos, cansados de que esta situación se repita año tras año y tras trasladar sus quejas al Ayuntamiento de El Campello, anuncian que se están planteando cortar la avenida con bolsas de basura llenas de algas.

Sin embargo, hay quien piensa que esta situación es normal. "La acumulación de algas es algo que siempre ha existido", manifiesta otro ciudadano. "La playa es infinita y hay posibilidades para todos los gustos", añade.

El paseo del Río Seco continúa cerrado

Los comercios situados al principio del Paseo Marítimo de El Campello continúan sufriendo las consecuencias derivadas del cierre del paso peatonal situado al lado de la desembocadura del Río Seco. "La gente no llega hasta esta zona porque no puede continuar andando", asegura el dueño de un establecimiento. "Nos tienen olvidados", añade.

El camino, cortado tras haber finalizado las obras de la estación de bombeo de la depuradora, está terminado e incluso funciona la iluminación por las noches. Un cartel informa de que se trata de una zona inundable, debido a que el Río Seco no cuenta todavía con una salida al mar. Esto, además, provoca que el agua se estanque, atrayendo a una gran cantidad de mosquitos.