Cuarenta espacios o edificios que actualmente carecen de protección se incluirán en el primer Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos que va a tener San Vicente del Raspeig y que se someterá a aprobación del pleno de la próxima semana. El documento ha sido elaborado por el experto en patrimonio Marius Beviá y por el arquitecto municipal José María Chofre e incluye tanto edificios como algunos espacios urbanos y yacimientos arqueológicos. El listado se someterá a exposición pública durante un mes y es el primer documento que se tramita del nuevo Plan General.

El catálogo, que ayer se entregó a los grupos de oposición, incluye dos inmuebles religiosos -San Vicente Ferrer y la ermita del Carmen-, 35 edificios "civiles", parte del núcleo histórico urbano -calle Mayor y plaza de España-, así como tres yacimientos arqueológicos -la citada iglesia, la Lloma Panxeta y Xirau-.

La propuesta de acuerdo para la aprobación del catálogo explica que la mayoría de los edificios son "modernos o muy modernos e incluso contemporáneos y entre estos la mayoría incluidos en el campus de la Universidad de Alicante". El concejal, Antonio Carbonell, lo justifica por el "fortísimo predominio de los elementos arquitectónicos contemporáneos", la "poca importancia del núcleo histórico y de los posibles yacimientos arqueológicos" que, según indica, "son la obvia consecuencia de la también peculiaridad del hábitat sanvicentino: Aridez ambiental poco propicia para la habitación humana prehistórica o histórica antigua, economía histórica modesta, cuando no de mera subsistencia y, por tanto, poca riqueza y calidad constructiva de la arquitectura tradicional". El edil hace referencia a la escasa antigüedad del núcleo urbano y al "desarrollo urbanístico y arquitectónico muy moderno" donde, según afirma, "el papel más importante lo asumen empresas o instituciones no meramente locales". De ahí que el listado incluya seis elementos de la cementera y ocho del campus. El edil apunta que cinco de los edificios han sido ejecutados en los últimos años: El nuevo Ayuntamiento, las bibliotecas general e infantil, las viviendas tuteladas y el centro social de Los Girasoles.

Los únicos Bienes de Relevancia Local son los dos religiosos, más la Casa Blanca por ser una torre molino y el núcleo histórico. El resto "se clasifican como simples bienes catalogados" distinguiendo tres niveles de protección, integral, parcial y ambiental.

Tras pasar por comisión, el catálogo se aprobará en el pleno del día 30 y se abrirá un plazo de alegaciones de un mes. Carbonell se muestra dispuesto a reunirse con "todas la entidades culturales que muestren interés para informar, escuchar y actuar". El Ayuntamiento también solicitará el informe vinculante de la Conselleria de Cultura y, tras responder a las alegaciones, se aprobará en pleno de forma provisional para, a continuación, remitirlo a la Conselleria de Urbanismo para el visto bueno definitivo.

Sólo la antigua iglesia está ahora catalogada

La iglesia de San Vicente Ferrer es el único elemento de la localidad que actualmente está protegido como Bien de Relevancia Local por la Conselleria de Cultura. El concejal de Urbanismo reconoce en el documento que "la ausencia de catálogo ya ha provocado alguna disfunción administrativa, como se ha visto en el caso de la rehabilitación de la Almazara".

En 1999, el avance del Plan General -que no se llegó a aprobar- recogía como únicos bienes a proteger la citada iglesia, la Casa Consistorial, el cuartel de aviación, la terminal del antiguo aeródromo de Rabasa, Villa María, Casa Josefina, el edificio principal de la subestación eléctrica y Xirau. Tanto el PSOE como Esquerra Unida han venido reclamando desde hace años la elaboración de un catálogo, que ahora se aprueba para agilizar la tramitación del nuevo PGOU.