La multitud bullía al clamor de una batalla que podía respirarse cada vez más cercana. Sin embargo, fue el dulce olor de la esperada primavera el primero en abrirse paso ayer por la tarde en la avenida Ancha de Castelar.

Unos bailarines danzaban entre la multitud emulando aves tropicales que jugaban a ocultar o mostrar su hermoso plumaje entre el apiñado gentío, que disfrutaba del espectáculo.

La colorista estampa avanzaba bajo unos intensos rayos del sol, aparentemente empecinados en secar la lluvia que horas antes había caído sobre comarca.

Tirada por dos caballitos de mar gigantes aparecía luego la carroza de la reina de la Primavera, María Rodríguez, a la que acompañaba Samuel Gomis y la corte de honor, formada este año por Mar Tendero, Andrea Fuentes, Marta Gómez y Carmen Nistal.

Llegó el momento de rendir pleitesía a la mujer sanvicecentera, representada por la Reina de las Fiestas, Beatriz Molina, y sus damas, Elena Segovia, Alba Cerdá, Laura Pardiño y María Más, también a bordo de carrozas con motivos alegóricos. Además, y luciendo el traje típico de la localidad, estuvieron dando muestras de cariño otras sanvicenteras ilustres como la reina de Fiestas 2011, Ana María Villar.

Instantes después otra interpretación de la época de floración hacía su puesta en escena. Danzaban ahora mariposas, flores y tallos, así como otras graciosas muchachas portaban amplios abanicos semejantes a las hojas de las palmeras, con los que acompasaban sus movimientos y que agitaban cual divertidas colitas a lo largo del itinerario.

El ritmo de los tambores hacía prever entonces la proximidad del bando de la Cruz. Les precedía una fila de estandartes en cuyo centro sobresalía la imagen de San Vicente Ferrer, referente en unos festejos que conmemoran también las fiestas patronales. A ambos extremos, lo flanqueaban los estandartes con los escudos de todas las doce comparsas.

Las huestes cristianas de la comparsa Almogàvers se deslizaban por la avenida Ancha de Castelar ataviadas con pieles, hachas, espadas y lanzas, y cubriendo las cabelleras con cascos en los que se incrustaban agrestes cornamentas. Les abría paso la embajadora cristiana, Elizabeth Sogorb, que tuvo que hacer frente, junto con los demás comparsistas, a un fuerte viento.

Dos escuadras de soldados moros y cristianos representaron una pequeña escaramuza en directo. Todo ello bajo la dirección del capitán, Juan Fernández Paños, acompañado por su abanderada, Ana María Villena Álvarez, y el capitán infantil y la abanderada, Rubén y María Fernández Villena. A la comparsa Almogàvers seguían los Maseros, Nómadas, Caballeros Templarios, Visigodos, Astures, Cristians y Contrabandistas.

La alferecía cristiana, ostentada este año por los Estudiantes y capitaneada por Carlos Garrido Notario y Mari Carmen Bastante Moreno, cerró la Entrada con un boato que este año también ha tenido aires cervantinos.

Tras finalizar el desfile, las reinas han tomado asiento en la tribuna de autoridades, donde se encontraba la alcaldesa Luisa Pastor acompañada por diferentes cargos públicos. Entre ellos se encontraba el director general de Turismo, Sebastián Fernández, quien ha acudido en representación de la consellera, así como diversos senadores, diputados autonómicos y provinciales o la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Júcar, María Ángeles Ureña. También estuvieron representantes de la oposición como el secretario general del PSPV, Ximo Puig, y secretaria provincial del PSPV-PSOE de Alicante, Ana Barceló, además del portavoz socialista Rufino Selva, entre otros. Por parte de las autoridades festeras, también ocuparon el palco las representantes de la Casa de Andalucía.

La noche se cerró con la Embajada Mora en la avenida de la Libertad. Los arcabuceros de ambos bandos se concentraron a la altura del Mercado Municipal, donde se hizo correr la pólvora como antesala a la Entrada Mora, que se celebrará hoy a las 18 horas, por el mismo itinerario.

Fiestas de la Flor

Durante la mañana de ayer tuvo lugar la Fiesta de la Flor, acto durante el que las Reinas de las Fiestas y de la Primavera, acompañadas por su corte de honor y la banda de la Sociedad Musical La Esperanza, repartieron flores entre los vecinos.