A primera hora de la mañana de ayer los bomberos dieron por extinguido el incendio que se declaró el martes por la tarde en un quemadero de Bonnysa -entre Mutxamel y San Vicente del Raspeig- en el que ardieron varias toneladas de restos de cultivos secos, lo que provocó una gran humareda que aconsejó el desalojo de las viviendas más cercanas, al tratarse en algún caso de personas mayores con problemas respiratorios.

Las causas que provocaron el fuego seguían sin saberse ayer aunque todo apunta a que se pudo originar de forma fortuita y el viento que soplaba en la zona contribuyó a que se extendiera. La empresa hortofrutícola subrayó que desde hacía varias semanas no se había procedido a realizar ninguna quema de plantas de otras cosechas, una actividad para la que tienen permiso entre los meses de enero y febrero.

En los trabajos de extinción que se acometieron durante la tarde y parte de la noche del martes participaron diez operativos del Consorcio de Bomberos así como un helicóptero de Inaer que estuvo vertiendo cubas de agua que recogía de una balsa cercana y operarios de la empresa con máquinas pala. Una vez controlado el fuego se trabajó intensamente cubriendo la zona quemada con tierra para impedir que los rescoldos pudieran reavivarse.

Fuentes de la empresa destacaron ayer que dado que se produjo en una zona acotada no hubo que lamentar daños personales salvo las molestias que provocó el humo que se dispersó aún más por el fuerte viento que soplaba.