Por fuera no lo parece, pero la conversión de la antigua estación del tren de San Vicente del Raspeig en el Museo del Ferrocarril avanza a buen paso. La fundación Creatia, impulsora de este proyecto, acaba de abrir una nueva sala en la que se muestra la evolución de este medio de transporte desde que se inauguró el apeadero en la segunda mitad del siglo XIX hasta la actualidad.

El reconocimiento del museo por parte de la Conselleria de Cultura, dado a conocer el pasado mes de octubre, ha permitido impulsar el proyecto que lleva a cabo la citada fundación, según explican dos de sus responsables, José Ángel Gran y Ángel Peña.

La entidad ha invertido ya 128.000 euros en la restauración del antiguo edificio y en la adaptación al nuevo uso. Pero después de rehabilitarlo por fuera lo mancharon con grafitis y, según explican desde Creatia, el autor fue detenido. "El problema es que no podemos volver a pintarla hasta que el juez lo autorice", señalan para explicar ese mal aspecto.

Sin embargo, dentro encontramos una sala con imágenes, paneles explicativos y algunos objetos, como la taquilla original, que ayudan a explicar la historia del ferrocarril en general y de la estación de San Vicente en particular.

Otras piezas expuestas son una pizarra con los horarios de los trenes, la recreación de la mesa de un jefe de estación o los "teléfonos de intemperie", que utilizaban los maquinistas para comunicarse a mitad de trayecto, conectándolos a unos puntos concretos.

Peña y Gran apuntan que la exposición "va dirigida sobre todo al público infantil", de ahí que un armario del último jefe de estación se haya ocupado con trenes de juguete.

La filosofía del museo "es dar importancia a la parte humana más que a la técnica", de ahí que figure un listado con los nombres de las personas que trabajaron en esta estación y que han colaborado con el proyecto.

De momento, la muestra se abre los viernes por la tarde de 16 a 20 horas y los sábados por la mañana de 10 a 13 horas. Para más adelante se ampliarán las instalaciones con el muelle cubierto, que ya se ha rehabilitado, y el descubierto, donde se está ejecutando un proyecto paisajístico.