El pleno del Ayuntamiento de San Vicente aprobó ayer la nueva ordenanza de tenencia de animales, con el voto a favor del PP y en contra del PSOE y EU. El texto introduce novedades como la prohibición de que los perros orinen en farolas, bancos o árboles, entre otros. Ayer salió adelante sin modificaciones, al rechazar el PP la enmienda a la totalidad presentada por los socialistas. Aun así, la edil de Sanidad, Mercedes Torregrosa, afirmó que no es un documento "hermético" y se puede modificar tras el periodo de alegaciones, que es de 30 días.

Entre otras novedades, la ordenanza establece sanciones de hasta 300 euros cuando los perros hagan sus necesidades en parques o en zonas de juegos infantiles y prohíbe criar gallinas o conejos en viviendas del casco urbano.

Gerardo Romero, edil de Esquerra Unida, consideró que el Ayuntamiento debería haber habilitado zonas específicas para los perros antes de aprobar la ordenanza y consideró que "la solución no es multiplicar por mil la cuantía de las sanciones". También denunció que el documento "se haya elaborado de espaldas a las Asociaciones de Vecinos, en contra de los ciudadanos y sin contar con los grupos políticos". La portavoz, Mariló Jordá, criticó además, que se prohíba tener animales de corral en chalets de zona urbana.

El PSOE presentó una enmienda a la totalidad. El portavoz, Rufino Selva, reprochó al PP que no haya aplicado la normativa vigente y propuso medidas como cambiar las sanciones por obligar a recoger excrementos de los perros por las calles. También reprochó que a la asociación de defensa de los animales Asoka se le informara horas antes del pleno y pidió que se dejara el documento sobre la mesa para poder incorporar aportaciones pues "aunque sean del PSOE, alguna será positiva". Así, dijo, evitarán que "se convierta en un tema de enfrentamiento".

La edil de Sanidad, Mercedes Torregrosa, replicó que "es un documento vivo, no hermético, que puede sufrir modificaciones". La concejal defendió la necesidad de aprobar la normativa por los "riesgos higiénico sanitarios" que generan, por ejemplo, los excrementos caninos. Defendió que el Ayuntamiento ha desarrollado campañas informativas, pero apuntó que "hay gente que no respeta a los demás"; que "ha habido un incremento de especies exóticas" y los orines "oxidan y pudren" el mobiliario urbano". Aseguró que "no va a haber inspecciones para ver si alguien tiene una gallina o una paloma" pero se sancionará cuando haya quejas vecinales. Torregrosa manifestó que el texto "no lo han inventado los técnicos, que son los que lo hacen, sino que se basa en otros como la ordenanza de Elche" y negó afán recaudatorio pues las cuantías máximas de las multas incluso se han reducido. Si genera enfrentamientos, agregó, "seguramente lo provocarán actitudes políticas no muy responsables".