Si el problema de los excrementos en la vía pública todavía está a medio solucionar, a pesar de las campañas de concienciación que se vienen desarrollando desde hace años, acabar con las manchas de orín de perro en las aceras -como pretende el Ayuntamiento con la nueva ordenanza de tenencia de animales- parece aún más complicado.

En adelante se prohíbe que las mascotas evacuen sobre el mobiliario urbano. El Ayuntamiento considera que el lugar adecuado es la calzada, junto al bordillo, quizá entre coche y coche y cerca de los imbornales, ya que es donde se barre, baldea, y circula más agua de lluvia. Además, recomienda que, al igual que el dueño lleva una bolsa de plástico para recoger las heces, en adelante se acompañe de una botellita de agua, a ser posible con algo de lejía, para limpiar el orín. Así se evita, por ejemplo, que si un niño cae al suelo no lo haga sobre esos rodales inmundos que se forman en las aceras.

La lista de lugares donde se prohíbe orinar es larga, pero incluye "bancos, señales, bolardos, papeleras, alcorques, árboles, contenedores de basura o reciclaje, farolas, espacios publicitarios comunes, semáforos, buzones" y otros como "esquinas, soportales u otros elementos de las edificaciones que afecten y perturben a la salubridad pública". Este diario ha preguntado en la calle qué opinan los vecinos sobre las nuevas medidas y los consultados coinciden en la necesidad de solucionar el problema, aunque no todos están de acuerdo con el incremento de las sanciones.

"Me parece bien, pero al mismo tiempo pondría más papeleras y expendedores de bolsas", explica Mar Salmerón, una informática que, como otros ciudadanos, también ve necesario que se habiliten recintos para sacar a los perros. Ahora existen dos en San Vicente, uno en el Sagrat y otro junto a Lo Torrent, y está proyectado un tercero aunque la ubicación no se conocerá hasta la próxima semana. Lo que más dudas genera es que los dueños puedan obligar a los canes a orinar sobre los bordillos o que se acostumbren a verter el agua sobre la orina.

El próximo miércoles el pleno del Ayuntamiento votará la nueva ordenanza. Posteriormente se abrirá un plazo de un mes para que los vecinos presenten alegaciones al documento que prevé sanciones por acciones concretas como defecar en parques infantiles o por otras que la oposición demasiado ambiguas como un artículo que sanciona por "el incumplimiento de las disposiciones dictadas sobre la autoridad municipal competente, sobre condiciones particulares para la tenencia de animales, sobre medidas higiénico sanitarias concretas o retirada de animales". El documento aún no es definitivo.