Dos años después del inicio de las obras de urbanización del polígono industrial del Rodalet, las obras continúan a medias y paradas. Los terrenos permanecen vallados y no hay obreros ni maquinaria. Esta situación preocupa a la Plataforma Reivindicativa del Rodalet, que también ha advertido de que los últimos registros policiales sólo han servicio para que la venta de drogas se haya concentrado ahora en el horario nocturno.

Las obras del polígono se iniciaron en octubre de 2009 y han permitido erradicar las chabolas que había en la parte sur del Rodalet. Sin embargo, la implantación de empresas todavía parece lejana dado el estado de los trabajos. Además, los vecinos denuncian que también hay errores como algún vial excesivamente estrecho que no permitiría el paso de camiones, algo que ven inadmisible en una zona industrial.

Desde el área de Urbanismo han replicado que las obras se mantienen dentro del plazo previsto y que el plan "se va a desarrollar poco a poco, según estime el promotor" en función de la situación económica.

En todo caso, destacan que el proyecto "ya ha tenido efectos inmediatos con la erradicación de la vivienda precaria dentro del ámbito del plan parcial".

Respecto al trazado de las calles, señalan que "sí se ha detectado que en uno de los giros había que corregir el radio", pero aseguran que "no es una cuestión grave".

Por otra parte, la plataforma ha requerido que se otorgue la "máxima prioridad a la ejecución" del APR3 Rodalet, que supondrá la reordenación de la trama urbana y la desaparición del llamado "callejón de la muerte". Los vecinos aseguran que "la degradación y la inseguridad que padece la zona está íntimamente ligada a la pervivencia de las viviendas ocupadas y las actividades delictivas que en ellas se siguen desarrollando". El pleno del Ayuntamiento aprobó el plan en diciembre de 2010 y sigue pendiente de su ratificación por la Comisión Territorial de Urbanismo.

Los residentes en esta zona ven necesario un "seguimiento y control de las ocupaciones ilegales en las vivienda deshabitadas".

Además, solicitan que las fuerzas de seguridad se coordinen para realizar un "seguimiento y erradicación de las acciones punibles que se efectúan en la barriada". Sobre esta cuestión aseguran que "tras los registros domiciliarios en las casas distribuidoras de droga solamente ha habido un cambio: disminución en horario nocturno a la par que un fuerte repunte en el nocturno y durante los fines de semana". Además, "persisten los robos, el consumo de dosis en los rincones de la barriada, así como el incesante trasiego de gente relacionada con el mundo de la droga".