Solos y sin referentes adultos que les planteen un modelo de conducta. Sin el calor familiar o traumatizados por haber crecido en un hogar desestructurado afrontan su incierto futuro los menores en desamparo. Este es el perfil de los niños tutelados por la Conselleria de Bienestar Social y que buscan una familia que les acoja en su seno de forma transitoria o permanente, pero apenas el 25% encuentra un nuevo hogar, según datos de AVAF.

La Asociación de Voluntarios de Acogimiento Familiar (AVAF), entidad sin ánimo de lucro de la Comunidad Valenciana, organizó ayer unas jornadas de difusión y sensibilización para lograr implicar a más personas en este proyecto solidario. Más de 70 personas de las tres provincias se desplazaron ayer a El Campello para participar del II Encuentro de Familias Educadoras, donde realizaron talleres de juegos cooperativos, pintura de cara, elaboración de cometas y cariocas, pulseras de la suerte, etc. Otras tres familias campelleras se implicaron y se hizo una puesta en común "densa y fructífera" de los problemas habituales registrados en las familias de acogida, indicó desde AVAF Mari Ángeles Aguado, quien recalcó la necesidad de reflexionar sobre el sistema social.

Sus voluntarios aprovecharon también para informar sobre las características del acogimiento y los requisitos, que básicamente se traducen en "estabilidad emocional y familiar y recursos básicos para mantenerlos", según explicó ayer Aguado, Trabajadora Social y responsable de la entidad en Alicante. Las familias de acogida reciben una ayuda económica elemental y cursos formativos que les otorgan la"declaración de idoneidad". En nuestra provincia AVAF coordina a unas 60 familias que acogen o están interesadas en acoger a menores en estado de abandono porque sus padres biológicos no les atienden o porque su situación les impide asumir su cuidado (enfermos, toxicómanos, presos, con una gran carencia de recursos, etc.).

AVAF lucha desde 1988 para que esta situación cambie. La Entidad de Utilidad Pública intenta captar no sólo familias, sino también voluntarios que acompañen a los menores a clase, les presten apoyo escolar o realicen talleres para suplir carencias.