El Castillo de Busot ha recuperado parte de su esplendor perdido con el paso de los años gracias a que la Torre Norte de la atalaya vuelve a mostrarse como hace seis siglos. El Ayuntamiento ha invertido 76.800 euros del Plan E para llevar a cabo la primera actuación arqueológica que se realiza en esta fortaleza almohade del siglo XII desde 1990, y que trata así de sacarla del olvido y deterioro que la habían dejado al borde de la desaparición.

Por el momento la intervención se ha limitado a reconstruir la Torre Norte, excavar parte de los lienzos de la muralla anexa a la misma y retirar toda la maleza y suciedad que ocultaban los restos del bastión, lo que ha permitido realizar varios hallazgos arqueológicos, como una medallita, una moneda, una pipa de fumar tabaco del siglo XVII y numerosos restos cerámicos de ollas, tinajas y otros utensilios de cocina.

A pesar de que en un principio el proyecto contemplaba instalar paneles informativos, pasarelas y poder abrir al público la fortaleza para convertirla en un atractivo turístico, el presupuesto no ha dado para más y por el momento el Castillo permanece cerrado. El alcalde Alejandro Morant explica que han pedido subvenciones a la Unión Europea para poder adecuar el resto del Castillo, mejorar los accesos y consolidar las murallas, como una segunda fase para que la fortaleza recupere su esplendor y se convierta en un punto de interés para los visitantes.

Las obras realizadas han permitido que la Torre Norte muestre su aspecto y altura original, confirmando las catas su origen islámico, en torno al siglo XIII, y que sufrió una profunda reforma en entre los siglos XIV y XV. Es más, las excavaciones en la parte superior de la Torre Norte han permitido constatar la existencia de una habitación y de una planta superior ahora desaparecida, que proporcionaban a la torre una altura mucho mayor de la pensada inicialmente en el proyecto, por lo que se tuvo que cambiar el plan para alcanzar la altura original.

Del mismo modo las prospecciones en los lienzos de la muralla anexa han permitido descubrir que la entrada al Castillo se ubicaba junto a esta torre. Se trataría de una puerta fortificada con un acceso en codo y defendida por la Torre Norte, lo cual para los arqueólogos Gabriel Segura y Jesús Moratalla, responsables de la obras realizadas por la empresa Arquealia, demuestra la importancia de este castillo durante toda la Edad Media.

Del mismo modo el alcalde destaca que se ha instalado luz ornamental para iluminar la Torre Mocha, la Torre Norte y otros restos de la muralla, una actuación realizada gracias a las mejoras ofrecidas por la empresa adjudicataria de la renovación del alumbrado público del municipio, y que sigue el mismo objetivo: poner en valor el patrimonio cultural y convertirlo en un atractivo para el visitante.