La Conselleria de Medio Ambiente ha decidido que a partir del lunes, un día después de las elecciones municipales y autonómicas, empiece a llegar a la planta de Xixona el grueso de las basuras de Castellón, tras finalizar la construcción de la planta de transferencia de Benicarló. Por ello el Ayuntamiento de Xixona va a redoblar los controles sobre el vertedero y los camiones que lleguen hasta allí para verificar que no se incumple la normativa ni se sobrepasa la capacidad de tratamiento del complejo, fijada en su autorización ambiental integrada en 173.000 toneladas anuales.

El alcalde de Benicarló Marcelino Domingo confirmó ayer a este medio que el complejo donde harán "escala" las basuras ya está terminado y que la próxima semana empezará a funcionar, recibiendo los residuos de poblaciones como Peñíscola, Vinarós o Benicarló, para su posterior envío por 300 kilómetros de carretera hasta el vertedero de Piedra Negra, en la localidad turronera.

Ante estas informaciones, el primer edil xixonenc Ferran Verdú explicó ayer que "confiamos en que se cumpla el acuerdo y no se superen las 50.000 toneladas autorizadas por el Consell. De cualquier forma nosotros mantenemos la vigilancia y redoblamos los esfuerzos para controlar la planta y que no entren más basuras de las establecidas".

Del mismo modo aseguró que "es simplemente escandaloso que la Generalitat aguarde a que pasen las elecciones para enviar la basura. No les importa llevar a cabo una política medioambiental sostenible y coherente sino que se mueven sólo pensando en las elecciones".

El Ayuntamiento ha desplegado en varias ocasiones a la Policía Local en el acceso a la planta y ha realizado inspecciones en el interior para verificar su correcto funcionamiento y que no asume residuos de zonas no autorizadas. Del mismo modo tras la dura polémica por la decisión unilateral del Consell de enviar miles de toneladas de Castellón a Xixona y la interposición de un recurso judicial por parte del Ayuntamiento contra esta medida, el pasado mes de febrero el Consell accedió a las exigencias del alcalde de limitar el envío de residuos, al mismo tiempo que daba al Consistorio mayores competencias para controlar la instalación.

Las basuras de la zona de Els Ports y Alt Maestrat llevan desde enero llegando a Xixona, pero suponen una cantidad muy pequeña -unas 5.000 toneladas anuales- en comparación con las que van a llegar a partir del lunes, y que se estiman en unas 45.000 toneladas. A pesar de ello aquí también existe un baile de cifras ya que según el Plan de Residuos de la Comunidad la zona norte de Castellón genera 135.000 toneladas, por lo que Xixona no podría asumir todas sus basuras sin rebasar su capacidad, fijada en 173.000 toneladas, ya que asume unas 100.000 toneladas de su propia zona y el margen que queda es de unas 73.000.

Precisamente el mes pasado el Ayuntamiento volvió a establecer controles policiales ante la posible llegada de basuras de otra zona ajena a su plan, la de la Vega Baja, manifestando su rechazo a que Piedra Negra se convierta en el vertedero de la Comunidad.