Si los Moros y Cristianos se libraron de las tormentas en las Entradas del fin de semana, el lunes hubo menos suerte. El domingo por la noche ya había llovido después de sacar a San Vicente en los Gozos y Salvas. Y el lunes los festeros tuvieron que realizar el recorrido hasta la iglesia bajo una precipitación que fue variando de intensidad. Pero ellos resistieron, al igual que los músicos, las flores que llevaban al santo, las cestas con comida -que afortunadamente iba envasada- y la propia imagen del patrón.

Comenzó a lloviznar pasadas las once y media de la mañana, conforme se aproximaban a la plaza de España las Reinas de las Fiestas, la alcaldesa y otras autoridades, la Comisión de Fiestas y la Junta de Comparsas. Un gran panel situado en la fachada de la parroquia de San Vicente había sido decorado con el escudo de la localidad y con su lema "Sequet però sanet".

Rápidamente se pusieron a cubierto y los participantes en el desfile aceleraron la marcha mientras los encargados de recoger y depositar los ramos se afanaban en su tarea, ayudados por el presidente de la Unión de Comparsas, Ismael García Pastor, entre otros.

Luisa Pastor, iba recibiendo a los festeros conforme iban llegando a la plaza. Ante ella desfilaron los representantes de la Casa de Andalucía Antonio Machado, la Reina y Damas de los Mayores, los clubes de la Tercera Edad y miembros de todas las comisiones fogueriles incluida la Federació de Fogueres con su presidente, Israel Rubio.

Tras la llegada de los cargos de los Moros y Cristianos de este año, se produjo un pequeño paréntesis, que continuó con la llegada del santo. Los miembros de la comparsa Contrabandistas llevaban en su pecho, como en otros actos de estas fiestas, un lazo negro en memoria de su alcalde de comparsa, Jesús González, fallecido recientemente.

Cuando concluyó el desfile sobre las doce y media, miles de flores de todo tipo decoraban el panel en la fachada del templo.

Entonces se inició la misa oficiada por el párroco Carmelo Dávila, quien presentó una reliquia de San Vicente traída desde Roma con motivo del VI Centenario de la Predicación del patrón en tierras del Raspeig. Se trata de un pequeño fragmento del ropaje del patrón, que se ha obtenido gracias a la mediación del obispo Rafael Palmero. Ayer presidió la misa contenida en un relicario que ha donado la Comisión Municipal de Fiestas.

Por la tarde, y después de suspender la mascletà también por culpa del temporal, San Vicente salió en procesión s0bre su antigua carroza acompañado por los festeros y autoridades.