Los agricultores de la Huerta de Alicante dispondrán de un nuevo aporte del Tajo para sus tierras, el segundo en lo que va de año, a partir del próximo 10 de mayo, aunque desde esta misma semana pueden comprar el agua en la sede de la Comunidad de Regantes de la Huerta de Alicante, en Mutxamel.

La cantidad de la que dispondrá el campo de la comarca en esta ocasión rondará los 500.000 metros cúbicos con un precio que se mantiene en los niveles de primeros de año, alrededor de 130 euros la hora de riego (100 litros por segundo) tras eliminarse las ayudas que obtuvieron en periodo de sequía. Se trata de un desembolso muy importante, especialmente para los pequeños agricultores que necesitan lavar sus cultivos con agua de muy buena calidad como es la que procede del Tajo, acostumbrados a los riegos con aguas residuales de la depuradora de Orgegia o el pantano de Tibi, con gran concentración de sales y minerales.

Precisamente, el final del estado de sequía por los aportes de lluvia que está recibiendo la cabecera del Tajo es lo que permite garantizar la continuidad de caudales del trasvase y disponer de cantidades suficientes para los cultivos de la huerta de Alicante. En eso confía el presidente de la Comunidad de Regantes de la Huerta de Alicante, Paco Vidal, aunque asegura que la demanda de agua no va a recuperar los volúmenes anteriores a la sequía porque se ha reducido el terreno de cultivo y, por tanto, hay menos necesidades.

Lo aconsejable sería que los cultivos de la huerta de Alicante recibieran entre 3 y 4 aportes procedentes del Tajo al año. En 2010 llegaron tres, en mayo, julio y agosto, aunque muy escasos. Durante el presente ejercicio, los comuneros confían en que al que van a recibir la próxima semana, que se prolongará por espacio de unos 20 días, le siga otro en septiembre.

Los riegos procedentes del trasvase Tajo-Segura han tenido siempre un condicionante importante que no es otro que la escasa disponibilidad de volúmenes anuales. Del caudal total que se asigna a la Comunidad General de Riegos de Levante, en la que están integrados los regantes de la comarca junto con otras ocho comunidades, a la huerta de L'Alacantí le corresponde sólo el 3 por ciento, una cantidad "muy reducida" para las necesidades reales del campo, explica Vidal. Además, si se produce una situación de sequía como la que ha vivido España en los últimos años, los aportes del Tajo se ven reducidos drásticamente.

La estadística que aparece en esta página no deja lugar a dudas. Durante el año 2004 los agricultores de Mutxamel, Sant Joan, El Campello y parte de Alicante dispusieron de 2.866788 metros cúbicos que se redujeron hasta 202.194 m3 durante el ejercicio 2006, en plena sequía.

Durante los tres ejercicios posteriores, las aportaciones variaron poco y sólo en 2009 repuntaron hasta 370.980 metros cúbicos. Ya en 2010, gracias a los aportes de las lluvias del otoño de 2009 y la primavera de 2010, el caudal se incrementó aunque solamente hasta 614.000 metros cúbicos. Por lo que respecta al agua que recibe el campo alicantino de la depuradora de Orgegia, los niveles se mantienen en los últimos años aunque con algunos picos precisamente en los ejercicios en los que se redujeron los caudales del Tajo.

Estado del canal

Además de estas cuestiones que afectan al reparto, el campo de la comarca sufre un problema histórico que no es otro que el deficiente estado de conservación del canal por el que discurre el agua que llega del trasvase, desde el pantano de Crevillent a la huerta. Sólo en aquellos terrenos que han sido urbanizados se ha reconstruido en tubería de hormigón, por lo que las pérdidas de caudales son muy importantes y la cantidad final que llega a las explotaciones agrarias es siempre menor a la que se adjudica. En cualquiera de los trasvases que se registran se pierde entre el 20 y el 30 por ciento del agua. Teniendo en cuenta que el canal por el que transcurre el agua tiene una longitud de 15 kilómetros, en su mayor parte excavado en la tierra, una pérdida asumible no debería superar el 10 por ciento, según explica Vidal.

Para evitar estas mermas "habría que sustituir el canal desde Bacarot hasta la huerta de Alicante", un proyecto muy ambicioso imposible de asumir a corto o medio plazo. "Este es nuestro caballo de batalla", concluye Vidal.

La superficie total cultivada en las poblaciones que integran el campo de L'Alacantí ronda las 3.300 hectáreas que explotan alrededor de 600 comuneros.