Uno de los actos de mayor belleza y con más tradición de la bahía alicantina, la procesión marinera de la Virgen del Carmen de El Campello, congregó ayer a unas cinco mil personas en el Carrer La Mar. Fue el acto principal de una jornada que había comenzado por la mañana con el pasacalles despertador musical y la romería y traslado de la Virgen desde la ermita hasta el Puerto Pesquero, y que culminó por la noche con el castillo de fuegos artificiales.

La procesión arrancó pasadas las ocho y media de la tarde desde el Puerto de El Campello. El "José Miguel y Joana" fue el barco pesquero en el que recayó el honor de trasladar a la Mare de Déu por la bahía campellera junto a una comitiva formada por el párroco, autoridades locales -encabezadas por el alcalde, Juan Ramón Varó-, el patrón del barco, Toni Ferrando, y su familia. Más de 70 embarcaciones pesqueras, deportivas y de recreo acompañaron a la imagen en su periplo.

El propietario de la embarcación que trasladó a la Virgen del Carmen se mostró encantado de portar a la patrona una vez más. El pescador confía en que se cumpla la creencia según la cual, cuando un marinero traslada a la Mare de Déu del Carme en la procesión ese año le protegerá especialmente. Con emoción en su voz, Ferrando también recordó que en realidad al "José Miguel y Joana" le correspondió protagonizar la procesión un par de años atrás, pero no pudo ser porque el padre del patrón falleció por esas fechas. Ayer, Toni Ferrando, sí lo pudo hacer con renovada ilusión y acompañado por su familia.

Con una mar tranquila, la imagen de la Virgen marinera y sus acompañantes recorrieron el litoral campellero hasta llegar a la desembocadura del Río Seco, donde giró para regresar hasta el punto de donde había partido.

Uno de los momentos más emotivos se produjo cuando la Virgen entró de nuevo en el muelle pesquero. Se pudo escuchar el toque de silencio en memoria de los marineros fallecidos. Seguidamente la patrona marinera entró en el puerto entre los aplausos de los asistentes.

Después de que el barco volviera a atracar en el muelle, varios hombres trasladaron con gran pericia a la Virgen a tierra. Tradicionalmente han sido los "quintos" ligados al mar -jóvenes que eran llamados a hacer la mili- quienes portaban a la Mare de Déu hasta la ermita. Con la supresión del servicio militar el honor de portar la Virgen recayó en los pescadores, pero como el gremio cada vez es más reducido se tienen que sumar otros vecinos. Este año, entre todos los que portaban a la Virgen en andas sólo había un marinero de profesión, José Antonio Alavés, aunque el resto o estaban relacionadas con el sector de la pesca o lo había estado. Uno de ellos, Kevin Alavés, el hijo de José Antonio, dijo estar encantado de portar la Virgen.

Dansàs típicas

En el Puerto, junto a los miles de campelleros y visitantes que se congregaron para esperar a la Virgen, se encontraban los integrantes del grupo Salpassa quienes, ataviados con los trajes típicos del siglo XVIII, protagonizaron unas dansàs en su honor. Este es el tercer año consecutivo que el conocido grupo local se suma a los actos festivos en honor a la Virgen del Carmen.

A continuación, se inició el traslado a hombros desde el puerto hasta la ermita, a través de las calles San Vicente, Alcalde, San Pedro y avenida Carrer La Mar. Ya en el interior del templo se cantó la "Salve Marinera" a cargo de la coral de la Asociación de Mayores de El Campello.

El día grande de estas fiestas culminó con el disparo de un castillo de fuegos artificiales desde la punta del Río Seco a cargo de la pirotecnia Caballer.

No faltó tampoco la ocasión de divertirse pues sobre la medianoche comenzó a sonar música en la barraca popular instalada en el Puerto Pesquero.