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Durante varias décadas, el edificio que albergaba la casa sacerdotal que se construyó anexo a la fachada izquierda de la iglesia parroquial de Sant Joan no sólo ha dañado la estética del monumento sino que ha contribuido a que la capilla del Rosario permaneciera semioculta.

La reciente demolición de la casa parroquial, cuyas dependencias se han trasladado a un local municipal, era el primer paso necesario para poder iniciar los trabajos de recuperación del volumen y aspecto arquitectónico primitivo del templo.

El arquitecto Màrius Bevià ha sido el encargado de redactar el proyecto de restauración y es también quien dirige la obra, lo que representa una garantía de éxito para el Ayuntamiento teniendo en cuenta que se trata de uno de los expertos con mayor reconocimiento en lo que a obras de intervención sobre el patrimonio se refiere.

La actuación supervisada por la empresa pública Personas y Ciudad incluye, además, la remodelación y reparación de la cubierta del templo, el tratamiento de revestimientos y piezas de sillería de las fachadas así como la homogeneización y la reparación de los huecos que ha ido provocando el paso del tiempo. Asimismo, se instalará un zócalo de piedra en el arranque de los muros del templo y una falsa portada en la fachada principal junto a la que se recolocará la hornacina de La Inmaculada.

Además de actuar sobre el templo, el proyecto también incluye la urbanización de la zona exterior de la capilla. Se concluirá el jardín con el fin de integrar el conjunto en el paseo.

Fuente del siglo XIX

La actuación municipal prevé la instalación de una fuente de azulejos del siglo XIX en el lateral del pasaje, un elemento decorativo que procede de la Finca Concepción.

La restauración de la fuente decimonónica ha corrido a cargo de la empresa experta en recuperación del patrimonio Estudio Métodos de la Restauración. El coste de estos trabajos ha sido sufragado íntegramente por la empresa municipal Personas y Ciudad.

El presupuesto total de este proyecto asciende a 125.367,70 euros y el plazo de ejecución se ha fijado en tres meses. Durante este tiempo el templo permanecerá con los andamios y redes que se utilizan habitualmente en estos trabajos.

El equipo de gobierno de Sant Joan ha hecho una apuesta clara por recuperar y restaurar el patrimonio del municipio, una tarea que considera imprescindible para mejorar y ampliar su oferta cultural tanto de cara a los vecinos como a visitantes.