Seis años después del derribo de los últimos bloques de viviendas del antiguo Parque Ansaldo nada, ni siquiera el nombre, recuerda al que fue uno de los mayores focos de marginalidad de la comarca. Todo huele a nuevo y la ilusión que derrochan los nuevos propietarios de los primeros dos bloques de viviendas que se han escriturado se palpa en el ambiente.

De momento son pocos los que residen en L'Alquería, nombre con el que se ha bautizado a esta zona de viviendas de protección oficial, aunque las idas y venidas de los propietarios, con muebles y enseres para sus futuros hogares, junto con albañiles que ultiman alguna reforma son constantes.

Cristian Cubero es uno de los 62 propietarios de los dos edificios construidos por la cooperativa de UGT que hoy mismo reciben, de forma oficial, las llaves de manos del secretario general del sindicato ugetista, Cándido Méndez, en un acto al que asistirán el conseller de Medio Ambiente, Juan Gabriel Cotino, y el alcalde de Sant Joan, Edmundo Seva. Cristian tiene 31 años, es transportista y propietario de una vivienda de 3 dormitorios en la que emprenderá una nueva vida junto a su pareja. Recuerda cuando de pequeño paseaba con su padre por una zona que se concibió como zona residencial de lujo y acabó asociada a algunos de los capítulos más negros de la comarca relacionados con la droga y la delincuencia.

No puede disimular su alegría cuando detalla las características de su nueva vivienda -cuyo precio ronda los 152.000 euros dotada con medidas de accesibilidad para personas con discapacidad, placas solares y un largo etcétera de servicios que harán más confortable su vida.

Oscar Cano y José, ambos solteros de 31 años, se afanaban ayer en montar parte del mobiliario que casualmente habían adquirido en la misma firma sueca. Ambos coincidían en que inicialmente no tendrán muchos muebles pero que están muy ilusionados por empezar a vivir en sus casas cuanto antes y en que no falle nada. José, que es vecino de Sant Joan, lo hará en breve mientras que Oscar, que vive en Alicante, comentó que se esperará a septiembre.

José, que estudió en el instituto García Berlanga, muy próximo a su vivienda, recordaba lo que ha cambiado la zona y como él llegó a ver a burros asomados a las ventanas de casas del antiguo Parque Ansaldo.

Sobre el sector urbanístico en el que se levantan ambos edificios existen sentencias, que están recurridas, que rechazan su homologación.