Un mes y medio después de su inauguración oficial, el nuevo Ayuntamiento de San Vicente funciona a pleno rendimiento y ya se evidencian algunos defectos del que, en teoría, iba a ser un edificio inteligente". Esquerra Unida ha denunciado el derroche de luz a lo largo de toda la jornada mientras los trabajadores se quejan de que unos pasan calor mientras otros tienen que llevar chaquetas.

La nueva Casa Consistorial, incluyendo el aparcamiento subterráneo, ha supuesto un coste de catorce millones de euros. Se trata de un edificio mucho más amplio que el antiguo Ayuntamiento que concentra gran parte de las dependencias municipales con el fin de evitar desplazamientos innecesarios a los ciudadanos.

Y otra de las características destacadas de este nuevo edificio es que se trata de un edificio "inteligente" que, en teoría, debía aprovechar la energía solar para ahorrar energía.

Por ejemplo, en la fachada principal, que da a la plaza de la Comunidad Valenciana, se instalaron unas baldas que giran a lo largo del día con el fin de que la luz entre por la mañana pero no en horario vespertino, para no molestar. Además, las distintas dependencias no disponen de interruptor de luz ni tampoco se puede regular en cada oficina el aire acondicionado. Todo está centralizado.

El portavoz municipal de Esquerra Unida, José Juan Beviá, considera que "si realmente este edificio es inteligente, que lo demuestre", pues no entiende la necesidad de que las luces artificiales permanezcan encendidas en muchas dependencias incluso al mediodía.

"Está resultando un edificio muy poco funcional", apunta el concejal, quien explica que en su despacho, por ejemplo, es innecesario que los tubos fluorescentes alumbren la estancia, cuando puede aprovecharse la luz solar que entra por la ventana.

El edificio abre sus puertas a las 7.45 horas y cierra a las 20.45. "Son trece horas con gran parte de las luces encendidas", apunta el edil, quien considera que este inmueble "es una alegoría al despilfarro". Y agrega: "El edificio será inteligente, pero quienes lo han hecho no".

Esquerra Unida realizará un seguimiento de las facturas eléctricas del Ayuntamiento en los próximos meses para compararlos con los anteriores "pues ya pagábamos bastante luz como para derrochar ahora de este modo".

El regidor de la oposición apunta que no sólo se malgasta con las bombillas, sino también con el aire acondicionado. El edil no entiende por qué se tiene que encender en todo el edificio cuando, según indica, "entre el 90 y el 95 por ciento del edificio permanece vacío por las tardes, ya que sólo están abiertos el Cívic, los grupos políticos y algún departamento", junto con el servicio de limpieza. El edil explica que los funcionarios que lo regulan ponen la temperatura adaptada a la normativa, pero en la parte del edificio donde da el sol se pasa calor y en la contraria hay empleados que tienen frío. Imposible contentar a todos.

Desde el grupo de Gobierno responden que el edificio dispone de un sistema de control de iluminación y temperaturas centralizados que se pueden regular. "Estamos en un periodo de adaptación que requiere ajustes necesarios para alcanzar un grado óptimo", señalan, mientras explican que, en todo caso, "las temperaturas están dentro de los márgenes recomendados".