Hace 300 años y un día Felipe V le otorgó a Xixona privilegios reales como recompensa por su fidelidad a los Borbones en la Guerra de Sucesión. Ayer, en conmemoración de este tercer centenario, el Ayuntamiento celebró un pleno extraordinario y se presentó el libro "Trescientos años de Xixona ciudad", de Nacho Lara, dentro de los actos programados por el Consistorio por tal motivo. Estos privilegios constituyen unos documentos de gran valor que representan una parte muy importante de la historia de la localidad, y se conservan en el Archivo Municipal.

Durante la Guerra de Sucesión Xixona fue una villa marcadamente proborbónica, por lo que opuso una fuerte resistencia a las tropas del Archiduque Carlos, que asediaron la población y obligaron a los habitantes a la rendición en 1706. Sin embargo, la población que consiguió huir a las montañas realizó una contraofensiva que terminó con la conquista de la plaza en el 1707. Gracias a su lealtad a Felipe V, éste le otorgó el 20 de junio de 1708 10 privilegios a Xixona, entre ellos los títulos de Ciudad y de "muy leal y muy noble" -representados en su escudo con las letras L y F-, así como la concesión de añadir a sus armas una "Flor de Lis".

Un privilegio es una concesión real autorizando al destinatario a disfrutar de su contenido, es permanente y hereditaria. Además de su antiguedad y la importancia histórica que tienen, estos documentos también son un gran valor artístico por sus ilustraciones, escudos y demás detalles que incluyen.

El más importante de los privilegios otorgados fue el título de Ciudad, de gran relevancia administrativa y política. Otro relevante fue nombrar a la ciudad cabeza de partido, con lo que el corregidor tenía su residencia fijada allí. A partir de ese año fue capital del Corregimiento del mismo nombre, el cual comprendía a la ciudad de Xixona y las villas de Castalla, Biar, Tibi, Ibi, Onil y Elche y los lugares de La Torre de les Maçanes, Salinas y Beneixama. El Corregimiento de Jijona fue suprimido definitivamente en 1833, con la división provincial.

Los otros privilegios fueron: la propiedad de la Castellanía del Castillo, por ele se autoriza a tener alcalde en el castillo de Jijona; la confirmación de los privilegios que venía gozando; autorización a los vecinos de la ciudad a utilizar armas; permiso a la ciudad para que reedifique La Torre de les Maçanes, zona que tras los distintos enfrentamientos derivados de la Guerra de Sucesión había sido destruida por vecinos Alcoy y Penàguila; la concesión de la custodia y defensa del castillo de Alicante, que es una reedición de un privilegio existente desde la época de la conquista con Jaime I o Jaime II aunque no se conserva este documento; y que se remitan a la ciudad los censos de los rebeldes que fueron confiscadas, para la anulación de las deudas para los fieles a la causa borbónica siempre que estas deudas se hubieran contraído con rebeldes.

Del mismo modo el archivero municipal Pepe Bernabé y el cronista Bernardo Garrigós están preparando un libro sobre los privilegios, con ilustraciones de estos documentos, titulado "300 años".