Silverio González, ex suegro de la fallecida, reflejaba ayer el dolor por el fallecimiento de Lidia. Esta nueva víctima de la lacra de la violencia de género deja un hijo de 21 años fruto de un matrimonio anterior. El abuelo de éste, Silverio, explicaba ayer que desde hace 12 años el chico vive en su casa porque "él dice que en esa casa no puede vivir". En la zona se personaron amigos y familiares de la víctima. Su tío ayudó a la Guardia Civil en sus tareas y les mostró el bolso de la fallecida. El tío confirmó que la pareja tenía muchos problemas y que pese a los malos tratos habían vuelto a estar juntos. Del mismo modo señaló que los vecinos del piso de enfrente sufrían las continuas broncas de la pareja y Lidia buscaba ayuda en ellos.

Familiares y amigos, pese a la consternación, coincidían en afirmar que "lo triste es que algo así se veía venir". Los problemas de alcohol de la pareja eran evidentes y una de las vecinas, Mireia, explicó a Efe que a veces "se escuchaban gritos" procedentes del piso de la fallecida. Los vecinos coincidían a describir a Lidia como una mujer "agradable, abierta y alegre". En cambio "él era agresivo". El pasado tres de enero salió de la cárcel de Villena, donde había estado preso durante seis meses por pegar a Lidia, que a pesar de ello volvió a convivir con él. Se espera que el detenido pase entre hoy y mañana a disposición judicial.