La segunda generación del monovolumen compacto de Mazda destacaba por su atractivo diseño y por ofrecer un ´plus´ de practicidad frente a sus rivales gracias a sus puertas traseras deslizantes -dejan un hueco muy amplio para acceder al habitáculo; son más fáciles de abrir en aparcamientos estrechos…-. Aunque, también contaba con una gran desventaja: no disponía de ningún motor diésel… en un segmento en el que las mecánicas de gasóleo suponen más del 80% de las ventas.

Este problema se resolvió, en parte, con la llegada de una nueva motorización 1.6 CRTD diésel de 115 CV -el mismo propulsor 1.6 de 115 CV que equipa el Ford Grand C-Max-.

Frente al motor el 2.0 CRTD de 110 CV del anterior Mazda 5, esta nueva mecánica resulta más interesante. Y es que pese a ser un motor más pequeño, dispone más par a bajas revoluciones y empuja con contundencia desde poco más de 1.500 rpm… algo que se traduce en una mayor facilidad para mover el coche desde parado. Respecto a las prestaciones son correctas para su potencia, incluso cargado. En cuanto al consumo, es bueno. Circulando a un ritmo normal es muy sencillo conseguir cifras muy cercanas a los 5,1 l/100 km que declara la marca. Respecto al mantenimiento, las revisiones se pasan cada 20.000 km o un año y tienen un coste aproximado de 173 euros.

Por lo demás, el monovolumen de Mazda destaca por la buena puesta a punto de su suspensión, y es que el 5 es muy estable, ágil y agradable de conducir.

De puertas hacia dentro, está acabado en plásticos duros, aunque su calidad es más que correcta y, por ajustes, es de lo mejorcito de la categoría. Respecto a la postura de conducción, resulta muy cómoda gracias a los amplios reglajes de volante y asiento y a que la palanca de cambio queda muy a mano.

Por espacio, está en la media: la segunda fila de asientos se puede deslizar hasta 27 centímetros y ocultarse en el suelo con facilidad, algo que hace que no haya problemas de espacio para las piernas.

Por último, el Mazda 5 1.6 CRTD se ofrece con tres acabados: el básico Active, el intermedio Style y el acabado superior Luxury.