La iniciativa social de Audi, Attitudes, ha celebrado su décimo aniversario con unas jornadas de reflexión sobre la ansiedad en la conducción, que arroja interesantes datos sobre los conductores españoles, la ansiedad al volante y la relación de ésta con el abandono de la conducción por parte de algunos de ellos.

En España el 54% de los conductores sufren ansiedad en algún grado cuando conducen un vehículo y hasta el 22% la sufren de manera acusada (mucha o bastante). En el extremo se encuentra un 4% que sufre amaxofobia, o lo que es lo mismo, miedo a conducir. Hasta un 19% de los ex-conductores abandonaron la conducción por miedo o angustia.

El estudio de Attitudes demuestra la existencia de una relación directa entre la frecuencia de conducción y la ansiedad. Las personas que conducen diariamente sufren menos ansiedad, mientras que las personas que no conducen nunca o casi nunca, la padecen en mayor medida. Los niveles más altos de ansiedad se dan entre personas que necesitaron varios intentos para aprobar el examen práctico de conducir o que durante el primer año de carnet no condujeron con frecuencia o lo hicieron intranquilos y con inseguridad.

La experiencia también genera más confianza entre los conductores y por tanto disminuye el grado de ansiedad con los años. No obstante, entre las personas que conducen a diario sigue existiendo un 18% que tiene ansiedad, por lo que hasta uno de cada cinco coches está conducido por alguien ansioso.

Una gran parte de los conductores evitan conducir siempre que pueden (hasta el 41% de las personas con carnet de conducir) ya sea porque no les gusta conducir, se sienten nerviosos al volante o creen que no son capaces de hacerlo. Hasta un tercio de las personas que conducen a diario aseguran que lo hacen por que no les queda más remedio. En este caso sí existe una relación con la edad. Las personas mayores son las que más evitan conducir.

Lo que produce ansiedad

La conducción peligrosa de los otros conductores es la situación que genera casi la mitad de la ansiedad en la conducción.

La conducción peligrosa de los otros conductores, las condiciones climatológicas adversas, el tráfico denso y conducir en las grandes ciudades son las situaciones de tráfico que más nerviosos ponen a los conductores españoles y, en consecuencia, les genera mayor ansiedad.

El porcentaje de personas que tiene ansiedad ante la conducción se da por igual en grandes ciudades que en pequeñas poblaciones, pero la evitación del coche sí varía de forma significativa en función del tamaño del municipio donde se vive.

Precisamente en las poblaciones de menos de 5.000 habitantes es donde el porcentaje de conductores que evitan coger el coche es menor.

También se puede afirmar que la conducción fuera de las carreteras principales genera menos ansiedad, lo que provoca que haya un menor número de conductores que eviten coger el coche. Un 7% de los encuestados afirma que en la actualidad hace tiempo que no conducen o lo hacen con muy poca frecuencia. Aunque la mayoría de ellos son ex-conductores.