Investigadores de la Universidad de Alicante (UA) han desarrollado un innovador sistema multisensor que se adapta de forma más personalizada a las necesidades de los pacientes discapacitados para que puedan realizar tareas de rehabilitación.

El dispositivo está orientado a personas con daño cerebral adquirido para llevar a cabo terapias de rehabilitación, tanto motora como cognitiva, pero puede adaptarse a otro tipo de pacientes en función de su discapacidad, según asegura el director del Instituto de Investigación Informática de la UA y uno de los principales investigadores del proyecto, Miguel Cazorla. «Existen otras alternativas. Por ejemplo, el caso más mediático es la silla del científico Stephen Hawking, con la que puede interactuar, escribir y comunicarse, pero nosotros no hemos encontrado ningún sistema tan completo como el propuesto», el cual puede configurarse y personalizarse a las necesidades de los pacientes según su discapacidad.

El nuevo sistema, del que ya se ha patentado un prototipo, se integra con una serie de aplicaciones de realidad virtual e interfaces 3D, además de incorporar sensores para monitorizar los movimientos de la mano del usuario, seguir la posición de su mirada en una pantalla o saber qué gestos está haciendo.

También consta de un «software» que ha requerido la aplicación de tecnologías de aprendizaje computacional, mediante el cual el médico o rehabilitador adapta los sensores del dispositivo a las necesidades del paciente. «De esa forma, se utilizará el sensor de la mano si el usuario solo puede mover esa extremidad o el de la mirada si está inmovilizado», detalló Cazorla.

Una vez seleccionado el sensor que se empleará, se pasa a una fase en la que se indica al paciente que haga un determinado gesto, uno que pueda realizar, para que el sistema «aprenda» un serie de movimientos básicos y los traduzca a órdenes. Después de especializarse para un paciente, es decir, de haber memorizado los movimientos que éste puede efectuar, el sistema almacenará los datos de aprendizaje, reconocerá al usuario mediante su cara y estará listo para su uso.

Una de las ventajas de esta tecnología es que ofrece una interacción más personalizada y natural a las personas discapacitadas y combina eficientemente la información obtenida de los sensores con interfaces 3D, lo que permite la rehabilitación de modo más realista.

También proporciona un espacio de trabajo flexible y modular para el desarrollo de aplicaciones dirigidas a nuevas terapias. A este respecto, Cazorla ha revelado que han diseñado «un sistema de texto predictivo en el que el paciente puede escribir», así como «juegos tipo puzzle para mejorar la rehabilitación».